Bahía Blanca y otras localidades de la Sexta sección tienen desde hace años serios problemas con el suministro de agua. Y las quejas contra ABSA son moneda corriente. Anoche, declaraciones del gerente regional de ABSA, Antonio Ferrara encendieron la polémica: dijo que las pérdidas de agua y las roturas en la red son culpa de la mala calidad de las cañerías colocadas hace más de 10 años por la firma Azurix y la costumbre de los clientes de arrojar objetos en las cloacas.
Tras reconocer que actualmente la empresa está superada en su capacidad de respuesta en cuanto a la mano de obra necesaria para atender los reclamos, Ferrara dijo a La Nueva Provincia que “más del 90 % de los reclamos se debe a roturas en las conexiones domiciliarias, las cuales se resecan y se rompen porque los caños de polietileno colocados en la década del ’90 por la anterior concesionaria, Azurix, no eran de calidad”.
Y agregó que no pueden atender todas las quejas por desbordes cloacales “porque las 3 máquinas para destaparlas que tiene ABSA en Bahía se rompen seguido”.
Cuestionamientos a ABSA
Las declaraciones del funcionario no hicieron más que acercar al punto de hervor las críticas hacia la empresa y sus directivos. El director del Banco Provincia y referente massista Dámaso Larraburu ironizó al respecto: “Me quedo mucho más tranquilo, el Gerente de ABSA, dice en La Nueva, que los vecinos tienen culpa en el mal funcionamiento de ABSA. Ídolo”.
En Bahía Blanca no tienen buena opinión sobre ABSA. Y los cuestionamientos llegan al titular del organismo, Guillermo Scarcella, a quien se le recrimina que en los últimos 6 años “nunca solucionó el problema del agua en Bahía”.
El pasado diciembre Scarcella voló a Bahía, recorrió obras en la planta Patagonia y se reunió con concejales del oficialismo. La estadía del funcionario no incluyó contactos con la prensa. En su momento se consideró que su hermetismo se debió “para evitar planteos y reclamos de concejales opositores y preguntas de la prensa”.
“Hubiese sido interesante que Scarcella tomara contacto con la prensa para analizar, entre otras cuestiones, la grave situación económica de la empresa denunciada tiempo atrás por el Sindicato de Obras Sanitarias de Buenos Aires (SOSBA), que estaría poniendo en riesgo no solo la continuidad de varias obras en marcha sino también la compra de los insumos para una normal prestación del servicio”, publicó el diario de los Massot.
Unos meses antes, previo a las Primarias, en la ciudad del sur Martín Salaberry, candidato a concejal del Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo sostenía que “Scarcella debe renunciar. Es una burla a los bahienses que el presidente de ABSA nos diga que tenemos que esperar hasta el 2014 para tener agua de buena calidad¨.
Las críticas hacia Scarcella no son nuevas: hace poco más de un año fue señalado por varios funcionarios nacionales del Ministerio de Planificación como un “ausente de reuniones importantes”. Lo curioso es que por esos días Scarcella se habría ausentado de concurrir a esos encuentros porque viajaba una semana a España a ver la final de la Copa Davis, que se desarrolló en noviembre.
Mucho antes de convertirse en presidente de Aguas Bonaerenses (ABSA), Guillermo Scarcella fue tenista en su Tandil natal, cuna de talentos del tenis argentino.