Mientras el personal en la planta retoma sus actividades habituales a casi tres semanas de la tragedia, desde la UOM ampararon el silencio que mantuvo la seccional luego de ocurrido, la explosión del horno 6, ya que consideraron que “se debía ser respetuoso con una investigación judicial que recién comenzaba y fundamentalmente con la familia obrera que ha sido devastada por este hecho”.
Además, sostuvo que ve con preocupación “cómo sus fuentes de trabajo se ven afectadas cada vez más hasta llegar a la muerte inexplicable de tres compañeros obreros, producto de las nefastas políticas industriales de inescrupulosos miembros directivos de las cúpulas de accionistas de Metalúrgica Tandil y principalmente de la firma Renault Argentina”.
El cuerpo de delegados de Metalúrgica y el resto de los integrantes de la seccional denuncian desde hace más de 4 años ante los ministerios de Trabajo, los organismos oficiales y ante los políticos de turno “el vaciamiento que se viene produciendo en forma sistemática y paulatina con relación a la firma Metalúrgica Tandil, otrora símbolo de la industria de Tandil”.
En concreto, volvió sobre el cierre de la planta de aluminio Metan que se encontraba con “plena producción, generando ganancias y que supo albergar hasta 180 puestos de trabajo; la venta de inmuebles; materia prima; clarks; herramientas y activos de la firma; el desprendimiento de personal con antigüedad y gente muy capacitada para la tarea de alto riesgo, pagando jugosas indemnizaciones, cuando por otro lado dicen no tener plata para invertir en la compra de insumos, maquinarias o herramentales nuevos y tareas de mantenimiento”.
Asimismo, denunciaron “varios problemas de insalubridad y falta de medidas de seguridad e higiene que presenta la empresa con los puestos de trabajo en condiciones deplorables”, situaciones que “perjudican y ponen en riesgo la salud y vida de los compañeros trabajadores”, advirtió.