La controversia se inició en una escuela de Mendoza, donde recibieron ejemplares de El inspector injusto y otras historias, de Sanyú; Sin novedad en el frente , de Patricia Breccia, y Peter Capusotto el libro , de Diego Capusotto y Pedro Saborido.
El libro de Sanyú posee historietas que se publicaron entre 1985 y 1992 en la revista Fierro; la obra de Breccia es de un lenguaje feminista; y el de Capusotto efectúa una crítica social a los estereotipos a través del humor.
“Esta colección ha sido pensada para acercar a los alumnos del ciclo básico y del ciclo orientado de la escuela secundaria múltiples lecturas de los géneros tradicionales y de los nuevos géneros -tales como la historieta, la novela gráfica y el libro-álbum- que involucran lenguajes y formatos poco explorados hasta hoy en la escuela y, muchas veces, lejanos en apariencia al mundo adulto”, se informó desde el Ministerio de Educación de la Nación.
La cartera a cargo de Sileoni aclaró que los libros no serán utilizados en el aula, sino que “será tarea del profesor o del bibliotecario contextualizar las obras en el tiempo y espacio en los cuales han sido concebidas, para acortar la distancia entre la obra y sus posibles lectores”.
Con excepción del libro de Capusotto, editado por Random House Mondadori, las otras dos publicaciones son de la editorial Colihue, de Aurelio Narvaja, integrante del colectivo intelectual kirchnerista Carta Abierta.
El director de la escuela técnica Ingeniero Guillermo Villanueva, de la ciudad mendocina de Maipú, Osvaldo Calvente, habló públicamente de esos tres libros en su establecimiento.
“Para mí, la escuela es una institución que tiene que ofrecer otra alternativa al conocimiento, que no sea ese conocimiento basura que tienen a través de Internet o de la calle. Si le niega esa alternativa, ese chico se va a formal mal. [En esas publicaciones] hay apología del sexo, de las drogas y hasta de la zoofilia”, planteó Calvente al diario Los Andes.
Los libros fueron seleccionados en 2010 por una comisión asesora federal del operativo nacional de entrega de libros. En el caso de la escuela mendocina, los ejemplares de los tres autores fueron archivados y los alumnos no tendrán acceso a ellos.