El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, informó que la decisión se sustenta en el derecho internacional y porque considera que la vida de Assange corre peligro si finalmente es extraditado a Estados Unidos.
“El derecho de asilo es un derecho humano fundamental y forma parte de los derechos internacionales”, dijo el canciller. Y en relación al pedido hecho por el fundador de Wikileaks, expresó que “no admite acuerdo en contrario siendo nulos los tratados del derecho internacional que se les opongan”.
“El gobierno de Ecuador, fiel a su tradición de proteger a quienes buscan amparo en su territorio en las residencias de sus misiones diplomáticas, decidió concederle asilo diplomático al ciudadano Julian Assange en base a la solicitud presentada”, dijo el canciller.
Añadió que para ello el gobierno hizo una “justa y objetiva valoración de las situaciones expuestas por el señor Assange, atendiendo a sus propios dichos y argumentaciones hace suyos los temores del recurrente y sume que existen indicios que permiten presumir que puede haber persecución política”.
Patiño subrayó que la embajada ecuatoriana ya le solicitó a Gran Bretaña que “ofrezca el salvoconducto” para poder asegurar la salida de ese país de Assange y ser trasladado a Ecuador, donde contará con los derechos de asilo político.
Julian Assange, australiano de 41 años, está acusado por la justicia sueca de violación y agresión sexual. Desde el 19 de junio está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, que, tras una batalla legal de más de un año, obtuvo la autorización de la justicia británica para extraditar al ex hacker a Suecia.
Assange teme que de Suecia sea extraditado a Estados Unidos, donde podría ser condenado a la pena de muerte debido a las filtraciones de información diplomática norteamericana en su portal de Internet en 2010, que causaron profundo malestar en los aliados de Washington.
Entre otras cosas, WikiLeaks reveló documentos sobre el papel de Estados Unidos en conflictos bélicos como Afganistán e Irak y comprometidas opiniones de funcionarios norteamericanos sobre líderes mundiales.