Sin embargo, la provincia de Buenos Aires posee diversos destinos turísticos que, más lejos o más cerca, proporcionan atracciones que merecen la atención para disfrutar en el fin de semana largo.
Lo que sigue, dista de ser una guía para recorrer las rutas y adentrarse a la aventura provincial. Se trata sólo de recordar que el interior también existe, más allá de la Capital del país y la Costa Atlántica.
Un sistema de lagunas, para pescar, acampar y contactarse con la naturaleza, hace de Chascomús un punto turístico a tener en cuenta para deshacerse del estrés cotidiano.
Una isla pintoresca, bañada por el Delta del Río Paraná, propone a Tigre como el lugar indicado para practicar deportes acuáticos, ecoturismo, excursiones y los mejores encuadres para la fotografía. Sin dudas, el sitio donde la existencia de mosquitos no molesta.
Una ciudad que promete aventura al adentrarse en sus diagonales, es la capital bonaerense La Plata. La histórica Catedral, la República de los Niños, el Bosque, infinidad de espacios verdes y centros culturales, conviven en el centro que aglomera a estudiantes de diversos puntos del país, como la alternativa a la naturaleza directa.
Un descanso rural, en estancias de arquitectura medieval, colonial, europea o en mansiones en medio del campo, hacen que lugares como Lobos, San Pedro o San Antonio de Areco, propongan en Semana Santa un descanso lujoso, alejado de la vorágine automovilística y el enjambre humano.
Una basílica de corte neogótico, con peregrinaciones a su santuario, es la opción religiosa para los adeptos que visiten Luján. El río del mismo nombre, museos y plazas encierran un recorrido por la ciudad elegida por aquellos que creen en el espíritu del feriado en cuestión.
El interior también existe y esto es sólo parte de una Provincia que tiene de todo y para todos. Para los que festejan la Semana Santa, para los que se alegran del descanso laboral, Buenos Aires, a lo largo y a lo ancho, invita con cada uno de sus municipios.