Gabriel Álamo camina junto a la ministra Julieta Corroza, dispuesta a ir por una banca. Territorio y armado con comunidades mapuches, claves de su exposición.
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, y el diputado Gabriel Álamo.
En los preparativos de un año electoral intenso, en el que el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, apuesta a todo o nada por obtener representantes puros de su frente multicolor en el Congreso, asoma en la campaña el jefe de bloque del Movimiento Popular Neuquino MPN, Gabriel Álamo.
Ante la necesidad de afianzar lo logrado en la histórica votación provincial de 2023, Figueroa hizo del interior profundo una bandera en su primer año de gestión, apuntalándose en aliados emepenistas de las intendencias. De ese esquema emerge el diputado provincial, que se lo observó en la última semana pegado a la Ministra de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, Julieta Corroza, en diversas recorridas.
La provincia que históricamente gobernó la familia Sapag, hoy en un ciclo inédito por el corrimiento del MPN como centro de poder, atraviesa días de incertidumbre cuando se juega mucho: tres bancas en el Senado y otras tres en la Cámara de Diputados. Por eso el gobernador apuesta a tocar la fibra de la defensa provincial que tuvo raigambre histórico en los poblados más alejados de la capital y a los que Álamo conoce muy bien.
Álamo, profesor de matemáticas, profesión que ejerció entre 1995 y 2007, trabajó en escuelas de Loncopué, Aluminé, Lonco Luan y hasta fue celador en la escuela albergue de Kilca, una institución centenaria entre la estepa y la cordillera. Durante varios años se empapó de las necesidades que las poblaciones rurales más alejadas tenían.
Aquella experiencia lo motivó a ingresar en la gestión pública, que se dio durante las intendencias de Andrés Méndez en Aluminé; lo hizo como secretario de Gobierno. El cargo lo llevó a conducir el distrito durante dos períodos, entre 2015 y 2023. Ambos mandatos lo apuntalaron en el puesto 10 a la Legislatura de la lista que acompañaba a Marcos Koopmann, representando al centro de la provincia.
Desde su arribo al parlamento, ratificó la buena relación que construyó con diversas comunidades mapuches que hay distribuidas por el extenso territorio neuquino. Al igual que en su gestión de intendente, no paró de recorrer los poblados que ya había conocido como director de la corporación Pulmarí, un ente con participación del Estado nacional y neuquino para auspiciar el desarrollo de los pueblos originarios. Ese es su mayor mérito que le da protagonismo en estos días.
Un dato no menor es que a la dirección llegó durante el gobierno de Jorge Sapag y se mantuvo con Omar Gutiérrez, siempre bajo la órbita del MPN. Así construyó una afinidad con el lonco Daniel Salazar, que actualmente ocupa la presidencia de Pulmarí y es un referente importante de las comunidades para los gobiernos provinciales.
Álamo incursionó la actividad legislativa con similar espíritu a los días de jefe municipal. “El diputado andador” lo bautizó Rolo Figueroa, que lo nombra en cada acto que lo cruza por el interior profundo.
Casi en una devolución de gentilezas, el gobernador nombró a un viejo compañero del MPN que no tardó mucho en activar el llamado operativo retorno al partido.
Fue en agosto de 2023 cuando el legislador organizó una reunión ampliada en Aluminé para que se moldeen las condiciones de alianza con el nuevo jefe provincial, propiciando un revuelo interno que expresaba el sentimiento reinante.
En enero de 2024, la expresión no tuvo eufemismos: intendentes y presidentes de comisiones de fomento redactaron un documento en el que le pedían a Figueroa retornar al MPN y aseguraban coronarlo presidente de la Junta de Gobierno, siempre respetando los mandatos establecidos.
“No nos juntamos para criticar a las autoridades del MPN, nos juntamos para mostrar fortaleza, porque el partido debe seguir activo y dinámico”, le dijo Álamo a Letra P por aquellos días. Y machacaba: “Es lo mejor que le puede pasar al partido, que Rolo vuelva. Queremos su vuelta, todos lo vemos como un compañero más”.
En su primer año de gestión, Álamo fue uno de los voceros de la alianza entre Neuquinizate y el MPN. Promovió desde la periferia al centro más poblado el acuerdo que se consolidó con el arribo del intendente de Neuquén capital, Mariano Gaido.
Acompañó la mayoría de las iniciativas más importantes para la gestión y fue clave, como otros bloques aliados, en la destitución de Gloria Ruiz como vicegobernadora.
Con el protagonismo que acumula, el diputado se dedica al armado para este año electoral. Y no escatima esfuerzos para la vuelta de Figueroa al MPN.