Confluencia no quiere que se postergue el plenario de Villa Giardino. El diputado busca aprovechar la vidriera tras la paz entre libertarios y federales.
Ramón Mestre, exintendente de Córdoba, quiere su revancha en la UCR.
Ramón Mestre se involucra en la interna de la UCR con un pedido abierto.
Ramón Mestre vuelve a la carga y desafía a Rodrigo de Loredo y su rol dialoguista con Javier Milei.
El exintendente de la ciudad de Córdoba Ramón Mestre encabezó el mediodía de este lunes un Zoom con su núcleo Confluencia para exigir al presidente de la UCR local, Marcos Carasso, que convoque para el 10 de mayo el tradicional plenario de Villa Giardino y no después del Pacto de Mayo, como propone el eje que conforman Marcos Ferrer y Rodrigo de Loredo.
La UCR pateó la interna partidaria para septiembre, pero la rosca se mantiene en niveles altos. Mestre quiere recuperar la centralidad en el partido centenario. Está dispuesto, esta vez, a exponer el presente complejo de De Loredo, que ostenta un lugar central en la Cámara de Diputados. Pronto, las luces se posarán sobre el recinto que espera la rediscusión de la ley Bases y el DNU.
Como ya lo hizo, el jefe del bloque radical deberá caminar sobre el delgado hilo que separa el ala boinablanca que quiere cooperar con el presidente Javier Mieli de la otra más combativa, que expresa el presidente de la UCR, Martín Lousteau.
El cordobés ya tomó una decisión que se encargó de explicar en vídeos sofisticados sobre las razones para apoyar el cambio que hoy expresa La Libertad Avanza. Sin embargo, no quiere que esa variable ajena se cuele en el debate que la UCR no tiene desde hace un año.
El plenario de Villa Giardino -que toma su nombre por el pueblo serrano que acoge cada año al radicalismo afecto al arte de la oratoria- es una vidriera para las grandes figuras del espacio. Allí se debate durante todo el día ejes medulares, alianzas potenciales, posicionamientos de coyuntura y otros asuntos en los que al radicalismo le va la vida.
El de este año no será uno más. Como parte de Juntos por el Cambio, el partido mediterráneo viene de una triple derrota: la provincial, la capitalina y la nacional. A la necesidad de renovación interna, se suma la urgencia de unificar el posicionamiento en un escenario sin brújula.
Para quienes no tienen dudas sobre la necesidad de ser oposición tajante al gobierno libertario la postura es más sencilla. El mestrismo llevó a la reunión del Comité de este lunes el pedido para que se mantenga la fecha original de la reunión.
El alfonsinismo, con Dante Rossi a la cabeza, tampoco tendrá problemas con despotricar contra Milei antes de su llegada a la provincia para suscribir el Pacto de Mayo. Es más, recientemente se reunió con Lousteau para exigir al radicalismo un claro rechazo a un gobierno “que va camino a dejar al 60% de la población en condiciones mínimas de bienestar”.
Lo cierto es que dos meses en Argentina pueden parecer años y albergar tantos fenómenos extraordinarios como sea posible. Se entienden los recaudos que quiere tomar De Loredo, en la línea de fuego parlamentaria; pero también los de Ferrer, uno de los hombres que tiene chances de comandar el radicalismo de Córdoba.
El intendente de Río Tercero estuvo en la picota presidencial cuando canceló la continuidad de la universidad nacional de esa ciudad. La conversación se reencauzó, pero hay otros frentes abiertos de interés como la empresa estatal Fabricaciones Militares, marcada inicialmente como privatizable.
Tiene intereses de gestión, pero también personales. Ninguno de los “renovadores” del radicalismo quiere meterse en ese debate interno cruzado por Milei. Al menos, no hasta que el escenario esté más despejado. Ciertamente, después del 25M podría haber más claridad para discutir el futuro de la fuerza.
De todas maneras, el mestrismo no quiere que esa especulación salga gratis e insiste con respetar la fecha original de “el Giardino”.
De Loredo convocó a su propio Zoom para la noche de este lunes e invitó a la dirigencia de Confluencia a participar. El mestrismo está dispuesto a integrar estos espacios de debate intermedio “siempre y cuando Rodrigo haga lo que decide el partido”.
Hay calentura radical por las últimas declaraciones al periodista Alejandro Fantino. Cuando se le preguntó si cree en la estructura de un partido, De Loredo fue categórico: “No”.
“Creo en las ideas. No creo en las estructuras porque es una sociedad líquida, no creo en los andamiajes territoriales porque eso ya es pasado. Es más, Argentina es un prototipo de un caso muy contemporáneo con Milei. El radicalismo perdió rating, perdió muchas cosas, pero tenemos razón”, remató.
Parte de la UCR estalló por WhatsApp.