Jorge Macri asumió como jefe de Gobierno porteño este jueves con el objetivo de hacer equilibrio en un PRO y un Juntos por el Cambio que todavía no saben cómo pararse frente a la próxima administración de La Libertad Avanza. El alcalde tiene en agenda discutir con el presidente electo Javier Milei qué hacer con la población carcelaria que está alojada en la Ciudad si bien cometió delitos federales; y el cumplimiento de la cautelar por la coparticipación que estableció la Corte Suprema, pero esas conversaciones tendrán del otro lado de la línea al exmandatario Mauricio Macri y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que tienen acciones en ambos distritos, tanto en Uspallata como en la Casa Rosada.
El alcalde cultivó con Milei una buena relación que, según dicen, pasa por su mejor momento, a pesar del desvelo de su primo. El porteño es el único de los mandatarios de JxC que habló con el libertario; primero para felicitarlo por su victoria en el ballotage; y luego para empezar a coordinar la forma de evitar los piquetes en la Ciudad a partir del 10 de diciembre. El resto de los mandatarios de la coalición opositora prefirió mantenerse en contacto con el futuro ministro de Interior, Guillermo Francos, como único canal de diálogo con la Casa Rosada.
Macri aprovechó los dos discursos de asunción que dio este jueves para dejarle en claro a Milei que la Ciudad tiene dos reclamos, presos y coparticipación, por los que culpa a la gestión del presidente Alberto Fernández y que tienen que recibir una respuesta.
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De los dos, la coparticipación federal es el más público, el que choca de frente con el mantra libertario de "no hay plata", pero también el que Jorge Macri vivió más de cerca ya que estuvo in situ en la Quinta de Olivos en septiembre de 2020 cuando Fernández decidió unilateralmente reducir los fondos que recibía la Ciudad y transferirlos a la provincia de Buenos Aires para que Axel Kicillof hiciera frente al aumento salarial a la policía. El entonces intendente de Vicente López, aquel día, había sido convocado para dar un mensaje institucional ante el posible acuartelamiento de la fuerza de seguridad. El ahora jefe de Gobierno porteño nunca le perdonó esa traición.
La negociación con Milei por esos fondos la tendrá que encabezar el ministerio de Hacienda y Finanzas, a cargo de Gustavo Arengo Piragine, que conoce el tema por ser la mano derecha de su antecesor, Martín Mura. El primer objetivo de esa negociación es que se reactive el goteo diario del 2,95% de la coparticipación que restableció la Corte Suprema. Queda en el tintero la deuda de un año de no pagar. En la Ciudad creen que reactivar eso sería una muestra de buena voluntad por parte de Milei que permitiría que las negociaciones por los $300.000 millones adeudados tengan algunas concesiones en cuatro a las forma de pago.
“Espero que en los próximos días el Gobierno nos devuelva los fondos que nos corresponden. Y si no que el presidente Javier Milei lo haga”, dijo Macri en su discurso de asunción. El reclamo de ese dinero no invalida la continuidad del litigio en la Corte, ya que el máximo tribunal solo dio lugar a la cautelar y no se expidió sobre el reclamo de fondo aún. El fallo de fines de 2022 estableció que la Ciudad debía recibir el 2,95% de la masa coparticipable, pero la causa que se tramita es por el 3,5%.
Teléfono para Patricia Bullrich
Por otro canal corre la situación de los 1.791 personas detenidas en comisarias de la Ciudad que había al 7 de diciembre. Están alojadas bajo la jurisdicción porteña, pero que deben ser transferidas a los penales federales. Era un protocolo que se cumplía sin mayores problemas hasta el inicio de la pandemia del covid-19.
En la cartera de Justicia, que conduce Gabino Tapia, como en la de Seguridad, a cargo de Waldo Wolff, esperan poder sentarse con sus pares nacionales, el abogado Mariano Cúneo Libarona, y Bullrich para destrabar el conflicto. "Con que reciban a los que detenemos o, al menos, a los condenados, de forma diaria y se lleven unos 700 reclusos cambia el panorama", remarcó una fuente al tanto de las negociaciones.
Cúneo Libarona y Bullrich acordarían que el Servicio Penitenciario Federal (SPF) pase a Seguridad y tendrían todo listo para poner a cargo del mismo a Emiliano Blanco, extitular de la institución que se retiró enfrentado con el kirchnerismo. Ese movimiento indicaría que el conflicto terminaría por la buena "sintonía" entre ambas administraciones en materia de Seguridad.
