Giró $225 millones para una obra urgente y envía un guiño a un intendente que no descarta el pase al Partido Cordobés. Cómo juega en la pulseada radical.
El salvador: Martín Llaryora giró fondos para una obra de urgencia en Jesús María.
El intendente de Jesús María, Federico Zárate, protagonizó un acto de gestión con alfiles del gobernador Martín Llaryora. Un total de $225 millones para obras de pavimento y miles de especulaciones en el marco de la interna de la UCR de Córdoba.
La movida no tiene nada de nuevo, ni sorprende. Pero se potencia por distintas vías y en un contexto muy particular. El coqueteo del cordobesismo con el intendentismo radical -para ponerlos a dilucidar con mucha anticipación sus pasos políticos para 2025- se reavivó en estas horas febriles en que la UCR se apresta a definir su nueva conducción provincial, que será además quien perfile la política de alianzas en ese año electoral.
Un claro ejemplo de eso se vio en estos días en Jesús María. Como anticipó Letra P, el Partido Cordobés estaba (y está) interesado en sumar a sus filas a Zárate, radical que fue elegido por Juntos por el Cambio y es una de las caras más visibles del G6 de Sierras Chicas, que integran también Pablo Cornet (Villa Allende); Ezequiel Lemos (Ríos Ceballos); Fernando Rambaldi (La Calera); Adela Arning (Mendiolaza) y Miguel Pittaro (La Granja).
El movimiento de pinzas sobre Zárate es triple. Desde el PJ, lo abordó primero el legislador Miguel Siciliano, quien no oculta las gestiones que viene realizando en pos de ese objetivo.
También mueve sus fichas la vicegobernadora Myrian Prunotto, que es quien mejor vínculo tiene con Zárate por su procedencia radical.
En las salidas periódicas que Prunotto realiza al territorio, Jesús María es una parada frecuente en el camino del norte. La semana pasada visitó la ciudad para hacer entrega de móviles de la Policía y se refirió al tema con un toque de diplomacia, eso sí, pero sin negar el interés.
“El gobernador (Martín Llaryora) siempre dice que quiere tener a los mejores hombres y mujeres que tengan ganas de trabajar por Córdoba. Conocemos la capacidad de Fede, pero no hemos pensado en llevarnos a nadie”, afirmó.
Estas palabras se conocieron poco después de que el propio Zárate abriera una hendija para un posible pase al oficialismo provincial.
Hace dos meses atrás, cuando Letra P lo consultó expresamente sobre esa posibilidad, el intendente la descartó de plano. Admitió el interés del cordobesismo, pero ni hizo ningún guiño favorable.
Muy diferente fue su respuesta hace pocos días, cuando en una entrevista en Canal C y ante una pregunta concreta sobre un posible salto dijo: “No lo descarto nunca, si considero que hay un proyecto bueno. Se que esto me va a traer problemas, pero soy sincero”, blanqueó, atajándose de posibles críticas de correligionarios.
Nadie ignora que esas palabras retumbaron en la Casa Radical. En la interna por la conducción partidaria que se aprestan a disputar Sebastián Peralta (apuesta de Prunotto); Ignacio Tagni (el alfil de Ramón Mestre) y Marcos Ferrer (socio de Rodrigo De Loredo), Zárate apoya a este último, pero hasta ahí nomás.
“Fede obviamente prefiere a Ferrer, pero no está jugando fuerte, ni mucho menos”, admiten en el entorno del jesusmariense. Desde que asumió, se ha mantenido más bien distante del partido.
Pero más lejana aún es la posición de su mentor político, el diputado Luis Picat, quien supo integrar la mesa chica de la alianza De Loredo-Ferrer, aunque hoy transita otro camino totalmente diferente.
“Luis directamente no está participando en la interna”, aclara su gente, tomando distancia absoluta del proceso, y con el agrodiputado luciendo cada vez más firme en filas de La Libertad Avanza.
Todo parece indicar que el acercamiento entre Zárate y el cordobesismo volvió a avanzar un casillero esta semana, a través del tercer y más decisivo andarivel en que se juega ese partido: el que comanda el exintendente de Colonia Caroya y actual secretario de Coordinación de Infraestructura de la provincia, Gustavo Brandán, dueño de la lapicera a la hora de decidir adónde van las obras.
En la zona común que comparten como vecinas Jesús María y Colonia Caroya, el gobierno de la provincia está ejecutando la duplicación de calzada en la ruta 9 norte, que beneficia a ambas ciudades. También pavimentó el acceso a barrio Los Álamos, limítrofe entre las dos localidades, oportunidad en que Brandán y Zárate compartieron foto y corte de cintas.
Pero el aporte más significativo se dio esta semana. En Jesús María colapsaron las cloacas de avenida Malvinas Argentinas, en uno de los barrios más populosos, y el municipio tuvo que cambiar caños a lo largo de 700 metros.
De inmediato apareció Brandán y anunció con Zárate que el Panal aportará $225 millones para pavimentar esa avenida. Se trata de uno de los primeros giros económicos de envergadura del gobernador Llaryora a la gestión local.
Una secuencia llamativa: del sorpresivo “no descarto nada” de Zárate a ese desembolso de fondos, hubo solo un pasito.