El rector de la UNRN habló con Letra P antes de la marcha universitaria contra el recorte de fondos. Insumos, alquileres y funcionamiento, drama a corto plazo.
Anselmo Torres, rector de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN).
El hospital escuela de odontología de la Universidad de Río Negro ubicado en Allen.
Escuela de Veterinaria. La sede de Choele Choel es un reducto estratégico en la zona productiva de Río Negro.
En la previa de la movilización nacional universitaria contra el ajuste del Gobierno, un rector de la Patagonia hizo un crudo análisis de la situación que atraviesa la institución que conduce. “Estamos quemando los ahorros”, le dijo a Letra P el titular de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), Anselmo Torres.
El descarnado blanqueo de la situación financiera da muestras de las complejidades particulares que viven las instituciones de nivel superior. La Universidad Nacional del Comahue (UNCo), entidad hermana de la UNRN en la región, se acerca al trance de ingresar en cesantía de pagos si no se armonizan sus cuentas.
“El reclamo es genuino, porque tenemos los mismos recursos que en 2023 y en una situación de alta inflación. Si bien los ingresos tuvieron sumas, nuestros gastos se mantienen y se acumulan”, resumió el rector del otro lado del teléfono.
El Frente Sindical de universidades nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA) son las principales organizaciones que impulsan la marcha a Plaza de Mayo de este martes para defender la educación pública superior y reclamarle al gobierno de Javier Milei el refuerzo para un presupuesto que hoy no les permite funcionar más allá del mes que viene.
Torres, que se hizo cargo de la UNRN tras el fallecimiento del histórico Juan Carlos del Bello, tiene una dilatada trayectoria en la vida universitaria y en el peronismo. Sumado al rol institucional que defiende, supo integrar la boleta del Frente de Todos rionegrino en 2021, cuando se disputaron dos bancas en la Cámara de Diputados. Hoy se dedica a pelear por el financiamiento educativo.
“Ofrecieron un 8% de aumento a docentes y no docentes universitarios. La situación de quienes trabajan no está resuelta, ni siquiera está cerca de estarlo”, se lamentó.
Torres explica que la capacidad de ahorro le permitía acopiar fondos a la UNRN para destinarlos a obras en los múltiples edificios distribuidos a lo largo y ancho de una provincia extensa. “Tenemos una alta complejidad territorial, con presencia en diversas localidades. Lamentablemente, hoy los recursos no alcanzan”, se sinceró.
La autoridad patagónica hace hincapié en los altos precios de los insumos para investigación, mayoritariamente valuados en dólares, que se utilizan en los tres hospitales escuelas dependientes de la UNRN: el de veterinaria, ubicado en Choele Choel; uno de odontología, en Allen; y el de prácticas médicas en San Carlos de Bariloche.
“Estamos muy complicados, somos una universidad de gran dispersión territorial, con carreras de altos costos. Si hay ingresos, calculamos que hasta septiembre llegamos”, vaticinó Torres.
En el epílogo del verano, la UNRN votó por unanimidad la emergencia económico-financiera hasta el 31 de diciembre de este año. Básicamente, se avalaron “procedimientos y adecuaciones presupuestarias y operativas a aplicar para afrontar los gastos de funcionamiento del ejercicio 2024” y la ejecución de “todas aquellas acciones tendientes a sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la actual situación presupuestaria”.
“Nada han anunciado sobre la ejecución de lo que está por debajo de la línea del presupuesto universitario, es decir sobre aquellos montos que no están directamente asignados a las universidades, pero que le permiten desarrollar y ejecutar otras actividades", reclama Torres y explica que "habitualmente se ejecutan a través de contratos programas o proyectos".
"En esa misma línea está la situación de las becas del estudiantado, que sigue sin resolverse. Hasta el momento no se sabe cuántas serán, cuáles serán los montos ni desde cuándo serán otorgadas”, cerró.