La bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia resolvió por unanimidad citar al Señor 5 por su "polémico" programa. Interna en Seguridad.
Sergio Neiffert, titular de la SIDE
El Congreso comenzará a evaluar con más detalle el plan de inteligencia nacional (PIN) que envió en noviembre la SIDE y cuyo contenido se supo la semana pasada. El titular del organismo, Sergio Neiffert, se ofreció a exponer ante la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia, aunque con condiciones: antes, quiere leer las preguntas.
Ese fue el mensaje que envió a la comisión, que sesionó este jueves y resolvió, por unanimidad, recibir al funcionario en la próxima reunión, que aún no tiene fecha. "Fue un encuentro cordial y rápido, en el que hubo acuerdo en escuchar a Neiffert", sostuvo ante Letra P un miembro de la bicameral, de un bloque opositor.
La información fue confirmada por un legislador aliado que integra la comisión y por una de sus autoridades. "Nadie se quiso hacer cargo de las filtraciones del PIN, por eso la reunión fue corta", contó uno de ellos a este medio. La bicameral es el único ámbito del Estado que puede acceder a los documentos de la SIDE y es por eso que Javier Milei culpó a sus integrantes por la difusión de su programa anual.
Como explicó Letra P, los planes de Neiffert tenían inconsistencias, como la falta de una doctrina de trabajo (una táctica de reglas y estrategias, que eran parte de un DNU derogado) y una fijación como objetivo a quienes producen "erosión" en distintas áreas del Gobierno, una invitación a perseguir a corrientes de opinión adversas.
Menos comprendió la oposición la imposición de proteger intereses de Estados Unidos e Israel, sin el más mínimo detalle del interés nacional que se persigue. Todo eso deberá explicar el jefe de la SIDE.
La bicameral es presidida por el senador radical Martín Lousteau, quien puede reunir una mayoría asociado a los representantes de Unión por la Patria, como el senador Oscar Parrilli; o los diputados Leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade. El oficialismo sólo tiene a los diputados Facundo Correa Llano, César Treffinger y a la senadora aliada Beatriz Ávila, quien mantiene una relación cercana con Santiago Caputo, jefe en las sombras de Neiffert.
El titular de la SIDE quedó en el ojo de la tormenta por su polémico PIN, aunque en el Congreso creen que el verdadero mandamás de los espías es el segundo del organismo, Diego Kravetz, a quien acusan de organizar los operativos callejeros. Sin embargo, por ahora el exfuncionario porteño no está indicado como posible responsable de los documentos que se filtraron.
Otro debate en la comisión fue por la citación del exdirector de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad, Ricardo Ferrer Picado, quien se excusó de asistir por estar de viaje en el exterior. El exfuncionario dejó el puesto echado por Patricia Bullrich, a partir de una interna que podría complicarlo.
La oposición quiere escuchar sus explicaciones sobre los incidentes entre policías y manifestantes en la puerta del Congreso, durante las manifestaciones de cada miércoles.
"Dice que está en el exterior, pero no vamos a parar de llamarlo hasta tenerlo enfrente", sostuvo ante Letra P un diputado opositor que integra la comisión y estuvo en la reunión de este miércoles.
Neiffert deberá responder preguntas sobre algunos fragmentos del PIN que no le cierran a la oposición y encendieron las alarmas sobre persecuciones internas ilimitadas.
Por caso, se menciona la posibilidad de “coordinar la relación del organismo” con “la comunidad ampliada”, un concepto que no está claro de qué se trata, menos aún sin doctrina vigente.
Más sospechas genera que el plan de la SIDE la habilita a realizar operativos con fuerzas de seguridad provinciales y locales. “Se está afirmando que en el territorio argentino hay fuerzas que realizan inteligencia. Es un precedente grave”, fue uno de los planteos de la oposición que llegaron a la bicameral.
Otro cuestionamiento es el exceso de burocracia: al parecer, en la SIDE no hubo motosierra. Se crearon 243 dependencias, sólo 28 dedicadas a operativos específicos de inteligencia. Es el motivo por el cual cada semana surge un decreto para enviar las partidas al organismo.
La oposición elevó críticas específicas al nuevo organigrama. Cuestionaron la creación de la sección “rastreos”, o la subordinación del área de contrainteligencia a la Agencia de Seguridad Nacional (ASN).
Otro fragmento del plan deja abierta la posibilidad a una vieja práctica de la SIDE, como es intervenir teléfonos a gusto. Es lo que, se presume, podría hacer la flamante sección de “Análisis de imágenes y geolocalización". Esta tarea desde 2016 está a cargo de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco), que depende de la Corte Suprema de Justicia.