El mercado digital de las noticias se caracteriza por la ausencia de barreras de entrada y bajos requisitos de capital, aunque de retorno incierto. En esta escena competitiva e hiperconectada, los medios nativos digitales apuestan a ganarle espacio a los big players, con propuestas diferenciales e innovadoras que, en muchos casos, son un parche para sobrevivir; y buscando alternativas para financiarse que den en la tecla para alcanzar estabilidad. Cuando no pueden monetizar sus contenidos, caen en soluciones ya probadas: pauta oficial, publicidad privada, modelos de suscripción o ingresos por la indexación de Google.
El último informe sobre la pauta oficial en el ámbito nacional (septiembre 21- abril 22) revela que las páginas web y redes sociales pasaron de recibir el 17,7% al 28,7% y fueron favorecidos 1046 sitios. Asimismo, el consumo de noticias por este soporte replica igual tendencia. De acuerdo con la encuesta sobre credibilidad periodística del Auditorio de Opinión Pública de la Universidad de San Isidro, el 50,3% de la población se informa a través de redes sociales (26,6%) y medios digitales (23,7%).
Edgar Mainhard, director del portal de noticias Urgente24, plantea ante una consulta de Letra P que los principales ingresos provienen de la publicidad privada. Respecto de los que podrían generarse por medio de las redes sociales, sostiene que la adaptación de los contenidos a formatos para Tik Tok o Instagram pueden sumar notoriedad, pero no generan tráfico en la URL del medio, porque son consumidos desde la plataforma. En esta dirección, producir para las redes sociales requiere de un influencer, de quien depende la capacidad de generar tráfico, y no es una apuesta del medio. No obstante, hay casos exitosos. Por ejemplo, Filonews, que apela al star system radiofónico a través de Lalo Mir, trasversal a las audiencias y su diversidad de rangos de edad, o el formato de entrevista Caja Negra.
A diferencia de las redes sociales, Google dirige a las personas usuarias a la URL del medio, por lo que cada editor puede valorizar su propia web. El buscador recompensa en dólares (sumas magras) por los anuncios. De ahí que quienes se encargan de la edición SEO (Search Engine Optimization, orientada a mejorar el posicionamiento de un sitio web en la lista de resultados de los buscadores) se convierten en la clave para asistir y capacitar a las redacciones. No obstante, con el tiempo, Google cada vez incorpora más información dentro de sus funcionalidades, como recomendación de opciones recreativas o resultados deportivos y empieza a competir con los medios informativos, abandonando su rol de mero buscador.
Google, en convenio con marcas de telefonía, ofrece Discover para recibir noticias y, siguiendo sus criterios, el medio puede posicionarse mejor y lograr mayor visibilidad. Este fenómeno podría ir hacia una radicalización mercantilizada de la noticia, donde la faceta periodística pierde espacio. La decisión empresarial a veces está condicionada por la estructura de costos, por lo que en muchos casos se opta por ajustar las propuestas a las imposiciones del gigante de internet que garantiza cantidad de vistas en poco tiempo. En contrapartida, los informes especiales, que requieren mayor inversión, dan prestigio al medio, pero no más visitas.
Gabriel Conte, director del sitio mendocino www.memo.com.ar, afirma que a medida que Google avanza en el campo de la producción periodística, los medios pierden influencia. Esta propuesta local de información económica y política apunta a un grupo específico. Conte dijo a Letra P que prefiere ir por una ruta inversa. Si bien no ignora los criterios SEO, acordó incorporar menos publicidad, por lo que le paga menos. El algoritmo de Google también construye y vende los perfiles de las personas usuarias, quienes señalan qué medios leen. De este modo, las empresas anunciantes llegan al medio porque les interesa su público. Memo cuenta también con pauta oficial provincial y municipal.
Otra apuesta gráfica es el sitio eldiarioar.com que importa el know how de su homónimo eldiario.es, basado en la adhesión voluntaria de su público, que paga 8 euros por mes para sostener esta iniciativa periodística. Martín Sivak, director del portal argentino, publica que el principal ingreso es la publicidad privada y estatal. No obstante, apunta a fortalecer la idea de suscripción y diferenciarse de la propuesta española cuyo aporte es “a la gorra”. El valor agregado es el acceso a beneficios y una revista mensual.
Futurock es una iniciativa privada de Julia Mengolini y Federico Vázquez. El producto radiofónico vía streaming ofrece una programación que definen “contrahegemónica”. Se financian con la pauta oficial al medio y a programas, además de la publicidad privada. No obstante, Vázquez asegura que al proyecto lo salva la comunidad, que llega a 18.000 suscripciones. Asimismo, considera que “tendría que haber más medios donde los periodistas sean sus dueños” y sostiene: “Es mentira que un medio da pérdida. Son sustentables”.
La volatilidad tecnológica afecta a la producción periodística. Frente a esta situación, las empresas requieren de estructuras flexibles para adaptar los contenidos a las diferentes plataformas y las exigencias de una competencia feroz. Si esas noticias no se actualizan, quienes acceden a esas propuestas probablemente vayan a buscar información a otro sitio. La fase experimental parece no tener fin y las pruebas de ensayo/error están en plena ebullición.