BRASIL

Lula no se entregará a la policía y crece la tensión por su detención

El ex presidente calificó de "apresurada" la orden de prisión del juez Moro y permanece en el Sindicato de los Metalúrgicos de San Pablo, rodeado de militantes.

Luiz Inácio Lula da Silva no se entregará a la Policía Federal en Curitiba y permanecerá en el sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en San Pablo, donde está acompañado de cientos de militantes que rechazan la orden de detención, ordenada por el juez Sergio Moro.

 

La defensa de Lula había enviado el "habeas corpus" al Superior Tribunal de Justicia (STJ), pero el recurso para evitar la prisión fue rechazado.

 

 

 

El anuncio coincidió con la calma que imperaba en la Superintendencia de la Policía Federal de Paraná, situada en el barrio Santa Cándida, en Curitiba, donde por el momento no hay ningún dispositivo especial de seguridad.

 

A las puertas de la sede de la Policía Federal de esta ciudad del sur de Brasil tan solo había a primera hora de la mañana un grupo de medios de comunicación, nacionales e internacionales, y varias personas que ingresan en el local para realizar diversos trámites burocráticos, pero sin presencia de simpatizantes ni en contra ni a favor de Lula.

 

"No hay una definición exacta de lo que quieren hacer", señalaron fuentes de la Policía Federal citadas por la agencia de noticias EFE, que confirmaron contactos con la defensa del ex mandatario, quien se encuentra a unos 400 kilómetros de Curitiba.

 

En la prisión de esta ciudad se dispuso una "sala especial" para alojar a Lula, que cuenta con "una cama, una mesa con sillas y un baño" y está aislada del resto de detenidos.

 

La sala tiene 15 metros cuadrados, se ubica en el cuarto piso de la sede y fue habilitada para él en virtud de su condición de ex mandatario.

 

 

 

La Policía indicó además que el fundador del Partido de los Trabajadores solo podrá recibir visitas los miércoles de sus familiares más próximos, mientras que el resto necesitará una autorización judicial.

 

En esa sede se encuentran 20 detenidos, siete de ellos por el caso Petrobras, el escándalo de corrupción destapado en el seno de la petrolera estatal por el que el juez federal Moro dictó ayer un auto de prisión que da a Lula hasta las 17 para entregarse por una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero.

 

El ex mandatario está "tranquilo" y con la seguridad de que "los justos" vencerán, dijo uno de sus asesores.

 

 

 

Cientos de partidarios de Lula se concentraron por la noche en las puertas del sindicato para denunciar la prisión del ex gobernante.

 

Lula, quien lidera con amplia ventaja todas las encuestas de intención de voto en las próximas presidenciales, atribuye su prisión a una "persecución política" que busca apartarlo de la carrera electoral de cara a los comicios del 7 de octubre.

 

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