El proyecto de ley del Frente Renovador para desenganchar las elecciones municipales de las provinciales y las nacionales en territorio bonaerense no suma por ahora más adhesiones que las propias y, de esta manera, la moneda de cambio que ofrece el líder del espacio, Sergio Massa, para empezar a negociar el Presupuesto bonaerense junto a Cambiemos se devalúa. Unidad Ciudadana advierte que la iniciativa roza la inconstitucionalidad, mientras que al espacio de los intendentes no le cierra. Massa puede encontrar un aliado en el bloque Justicialista, pero el oficialismo no se anima a soltar un diagnóstico favorable.
Massa está dispuesto a colaborar con los votos que precisa la gobernadora María Eugenia Vidal para para empujar el Presupuesto -con nuevo endeudamiento- para el ejercicio 2019. A cambio, pide respaldo para que avance su proyecto presentado en la Cámara de Diputados bonaerense para desengachar las elecciones municipales de las provinciales y darles autonomía a los intendentes. Sin embargo, el proyecto de ley no prende en el resto de los bloques por diferentes motivos.
Massa junto al presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca.
Si el ex intendente de Tigre avanzara con esa iniciativa y consiguiera que la ley saliese, Unidad Ciudadana presentaría un pedido de inconstitucionalidad. Se apoyaría en el artículo 144, inciso 7, de la Constitución provincial.
El Frente Renovador plantea en su proyecto de ley modificar distintos artículos de la Ley Orgánica de las Municipalidades y el Código Electoral provincial para darles a los intendentes la posibilidad de convocar con anterioridad a las elecciones, de manera que que queden separadas de los comicios nacionales y/o provinciales. Para el kirchnerismo, la iniciativa es inconstitucional porque en la Carta Magna bonaerense se explicita que es atribución del gobernador “convocar al pueblo de la Provincia a todas la elecciones en la oportunidad debida, sin que por ningún motivo pueda diferirlas”.
La gobernadora no tiene interés en desenganchar las elecciones municipales, pero necesita los votos de Massa para el presupuesto.
A Vidal le viene bien el planteo de Unidad Ciudadana. La gobernadora no tiene mucho interés en acompañar esa iniciativa: no la quiere el presidente Mauricio Macri. Pero, a cambio de los votos para su propio presupuesto, la mandataria podría concederle a Massa esa apetencia. Los propios negociadores legislativos de la alianza de gobierno sostienen que el proyecto del ex intendente de Tigre no prende demasiado, pero ahí está: listo para ser usado como llave de la negociación, como está también la división de La Matanza, un proyecto en el que Vidal sí tiene un interés.
Los intendentes peronistas nucleados bajo el bloque PJ Unidad y Renovación tampoco muestran aceptación directa al proyecto de Massa. Si bien la iniciativa es una herramienta que no están obligados a usar (llamar con antelación a las elecciones locales), los jefes comunales atan parte de su su suerte electoral al arrastre de una eventual candidata: la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Por eso, los intendentes se muestran aún cercanos al espacio kirchnerista. La senadora nacional todavía es garantía de votos en el conurbano. Y, por ello, no dudaron en mostrarse todos juntos el pasado 17 de octubre en el distrito de Merlo para celebrar el Día de la Lealtad peronista.
Para el bloque del Frente Amplio Justicialista, el proyecto es interesante. La explicación está en la situación de la diputada Rocío Giaccone. La legisladora evalúa pelear por la intendencia de Junín, pero, ya lejos del kirchnerismo, no tiene una estructura sobre la cual pararse, más allá de lo que construyó durante los últimos años. Le es más favorable un escenario mano a mano contra el intendente Pablo Petrecca y sin Cristina, que en el interior bonaerense no tiene buena imagen.
El bloque del Frente Amplio Justicialista tendrá un rol interesante en la negociación presupuestaria. Son cuatro manos que pueden inclinar la futura votación para un lado o el otro.
Por ahora, el Frente Renovador sigue ofreciendo su proyecto. Cambiemos pondrá a disposición los puestos en distintos organismos de control, sobre todo en el Tribunal de Cuentas. El kirchnerismo viene denunciando la acefalía en ese espacio gubernamental. Más allá del Frente Renovador y los bloques aliados, el oficialismo -que ya ha sacado tres presupuestos en un esquema de minorías- también prueba dialogo con el PJ y hasta con Unidad Ciudadana. Les piden que acompañen el Presupuesto –con las variantes posibles como dar quórum, ausentarse o bien votar- y auguran que el proyecto de Massa no correría.
