ELECCIONES 2017

Randazzo, atrapado en la telaraña del Círculo Rojo y perdido en su laberinto

El candidato a senador por Cumplir expuso ante los empresarios más grandes del país en el Cicyp. Le facturaron su indefinición con el tema Venezuela y De Vido. Cómo lo ve el establishment.

La incomodidad del auditorio con algunas definiciones ya era palpable, pero llegó a su climax cuando el empresario Daniel Hadad –bastonero del evento- le preguntó a Florencio Randazzo por su visión de la situación en Venezuela. El ex ministro de Transporte y actual candidato a senador por Cumplir respondió que, en realidad, la culpa de la crisis social, económica e institucional del post chavismo debía repartirse entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición. Palabras más palabras menos, el dirigente igualó niveles de irracionalidad. La respuesta generó un murmullo fuerte, cierto descontento por la indefinición. Tanto que uno de los empresarios de entre el público replicó con un gesto inédito pero lúcido.

 

Preguntó si, atendiendo a la lógica de Randazzo, la violencia de los años 70 en Argentina era atribuible en iguales dosis entre el gobierno dictatorial y lo que describió como “la subversión”. Randazzo dijo que eran cosas incomparables. Todo el auditorio del Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) entendió lo mismo, pero el ejemplo desnudó un flanco que el Círculo Rojo no negocia. La falta de definición en temas de la agenda que imponen los grandes medios, una agenda que tiene más que ver con las formas que con el fondo de las cuestiones.

 

La anécdota fue uno de los momentos tensos que se dieron en el marco de la gira de candidatos por el Cicyp, polo empresario que nuclea a los 200 jugadores más grandes del país y que comanda el multi-empresario Adrián Werthein. En la previa a las PASO, ya pasó por allí Sergio Massa; y con posterioridad a las primarias lo hará el oficialista Esteban Bullrich. A favor de Randazzo, hay que decir que nadie en el establishment tenía demasiada expectativa con su visita (allí juega de local Cambiemos y, en menor medida, Massa), y eso se reflejó en concurrencia al evento. Un empresario de la construcción que tiene obras monumentales en el país bromeó ante Letra P: “la cantidad de gente es proporcional a los números de las encuestas”.

 

Mientras comían los típicos canapés que ofrece el hotel Alvear –sede del evento- esperaban a Randazzo y se divertían con dos situaciones, la aparición de José “Pepe” Scioli en el evento y el desfile de un ícono de los 90. Maria Nannis, la esposa del futbolista Claudio Paul Canniggia, saludaba a propios y extraños en el lobby.

 

Un rato después, el ex ministro K arribó al convite solo, sin su equipo técnico ni sus primeros candidatos en las listas. Más tarde, una vez ya iniciada la charla, se sumó el jefe de campaña, Alberto Fernández. Que observó todo el evento parado contra una columna. De todos modos, reinó en la previa la camaradería. Se apuraron a saludar a Randazzo el CEO del HSBC, Gabriel Martino; Gustavo Weiss, titular de la Cámara de la Construcción; el jefe de laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras y algunas segundas líneas: uno de los casos, el hijo de Eduardo Eurnekian, el heredero del imperio Corporación América, grupo que aportó los vinos y el extra brut de la velada de su Bodega del Fin del Mundo.

 

Para el establishment, y según sondeó Letra P en los pasillos del VIP, Randazzo tiene un problema serio. No logran entender aún los empresarios a qué interlocutor busca llegar con su discurso y cuáles son sus posiciones sobre temas estratégicos. Hadad, influido por el contexto, lo metió dentro del laberinto del Círculo Rojo con una catarata de cuestionamientos referidos al gobierno kirchnerista. También lo había hecho con Massa, que mostró más habilidad para escaparse. Al ex ministro le costó bastante más. En algunas cuestiones, fue sincero y elogió a Néstor Kirchner y, en menor medida, a Cristina Fernández. Pero la charla derivó rápido en el futuro de Julio De Vido, el ex ministro de Planificación que se juega su banca en la sesión del Congreso. “Si hoy fueras legislador, ¿votarías por su remoción?”, preguntó Hadad. Sin salirse del libreto que ya venía explicando en los medios, Randazzo aseguró que su posición contra los fueros es histórica, pero que en este caso es mejor dejar actuar a la Justicia. La posición es medida y hasta tiene lógica jurídica, pero “si venís acá, te la tenes que jugar, si este es el candidato de Clarín, (Héctor, CEO del holding) Magnetto se equivocó mal”, disparó un popo del comercio ante este medio. En el entorno del líder de Cumplir aseguran que su postura respecto al caso De Vido es inamovible y tiene que ver con el futuro: “Imaginate que se vota expulsarlo así (por inhabilidad moral), si Cristina llega a tener una mayoría en el Congreso van a caer legisladores por esto todos los días”, detallaron. Sí consideraron que debió marcar que, en el caso de Venezuela, Maduro tiene mayor responsabilidad que la oposición en el marco de la crisis.

 

Aunque suene paradójico, entre el empresariado que exige seguridad jurídica, reglas claras y mayores niveles de institucionalidad, también existe una grieta política. Aunque Massa cae simpático en algunos sectores, la ancha avenida del medio no tiene juego dentro de los núcleos corporativos. Los hombres de negocios tienen, en su gran mayoría, una lectura más directa sobre la realidad. No hay zonas grises ni intermedias, por más que en la realidad sí existan. Prefieren flagelarse como durante el kirchnerismo y limarse con definiciones a las que no adhieren, a entrar en disquisiciones sobre lo que ellos consideran verdades absolutas. Los casos de De Vido y Venezuela son dos ejemplos. Por todo esto, con errores y aciertos de ambos lados, en el empresariado existe la polarización: hoy es Macri o CFK.

 

Como Massa, Randazzo quedó aún entrampado no sólo en esta grieta para el laberíntica, sino además en lo que en el Cicyp observaron como una campaña confusa: un productor de infusiones muy reconocido contó a Letra P que “es raro escucharlo defender tanto al kirchnerismo y a la vez querer posicionarse como un candidato contrario a Cristina”. Quizás el único gesto que sí fue reconocido fue uno de los más polémicos: el respaldo de Randazzo a una revisión de las condiciones de trabajo y los convenios, definición que dio cuando lo consultaron sobre la reforma extrema que ya opera en Brasil.

 

Por el lado de su equipo de campaña entienden que el relacionamiento masivo que hay con el kirchnerismo también es parte de una estrategia del massismo para pegarlo a Cristina. Pero aseguraron que están trabajando para hacer una campaña en la que entienden que Randazzo viene creciendo. En las semanas previas a las PASO, el candidato recorrerá el conurbano sur junto a cada uno de sus referentes territoriales, habrá una visita por día. Y prometen una “sorpresa” para el desembarco en Mar del Plata, un bastión de Cambiemos que vive un tembladeral luego de conocerse la última encuesta de intención de voto.

 

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