Aquella foto en la cocina de la casa de Margarita Stolbizer, en Castelar, a pocos días del triunfo de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, fue un gesto de respaldo que se interpretó como el acercamiento político de la líder del Gen al espacio Cambiemos. Y aunque, ocho meses después de esa escena, la diputada está mucho más cerca de sellar un acuerdo con Sergio Massa que con el oficialismo, la relación entre las dos dirigentes es cada vez más estrecha: mantienen encuentros periódicos, en los que combinan temas personales con asuntos de gestión.
Aunque Stolbizer apunta casi diariamente sus críticas políticas contra la administración kirchnerista y, en particular, contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, expresa públicamente algunos reparos con las medidas del gobierno de Mauricio Macri. Calificó como “brutal” el ajuste económico, apuntó contra el tarifazo e hizo una presentación para frenar el traspaso de datos de la Anses a la Jefatura de Gabinete. En la intimidad, se queja de las marchas y contramarchas del Gobierno y dice que "corregir un error una vez puede ser un buen gesto, pero tener que hacerlo todo el tiempo ya es otra cosa”. Sin embargo, protege de las críticas al oficialismo a la gobernadora Vidal.
“La veo bien plantada, decidida, tiene carácter para encarar la transformación de la provincia de Buenos Aires”, dice cuando le preguntan por la gobernadora, con quien se reúne en forma frecuente en la zona oeste del conurbano bonaerense, donde las dos viven. Stolbizer confía en “las buenas intenciones” de Vidal, con quien forjó una relación de confianza que excede la camaradería política.
Pero las virtudes de la gobernadora no son suficientes. Dirigente bonaerense con varias campañas en su haber, conocedora del territorio, a la líder el Gen le preocupa la “falta de equipos” de Vidal para asumir el desafío de la gobernación. “No terminan de conocer la provincia y ya van siete meses. La provincia es muy compleja”, le confió Stolbizer en los últimos días a su entorno.
RENOVADORA. En paralelo a los encuentros con Vidal, la diputada del Gen sigue construyendo su relación con Sergio Massa, con quien se especula que podría compartir boleta como candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires en 2017. Por los límites que impone la carta orgánica del Gen, no habrá lugar para que renueve su banca de diputada. Y, aunque algunos dirigentes de su espacio le sugieren que convoque a un congreso para introducir modificaciones, Stolbizer es tajante: “No vamos a modificar el reglamento para mí”. Será el Senado o nada.
La diputada sabe que Cambiemos también la quiere en la boleta que disputará un lugar en la Cámara alta. El oficialismo no tiene hasta ahora ningún nombre fuerte para dar esa pelea, salvo que Elisa Carrió decida embarcarse en la campaña. De no concretarse lo de Lilita, la presencia de la líder del Gen sería un buen espaldarazo para la gobernadora bonaerense. Sin embargo, la propuesta no termina de convencer a Stolbizer, a quien salvo por Vidal, el gobierno de Cambiemos “no le cierra”. Margarita tampoco aprueba otro pedido de sus dirigentes: que deje la candidatura en la provincia de Buenos Aires para pasar a la Ciudad. “Soy profundamente bonaerense. No voy a hacer eso”, se niega.
Más allá de las relaciones personales, Stolbizer sabe que en 2017 no puede repetir el esquema de la campaña presidencial 2015, cuando fue candidata por el frente Progresistas, que integró junto al socialismo y Libres del Sur. “No podemos ir solos de nuevo”, afirma Stolbizer cuando se refiere a las posibles alianzas para 2017. Sus dirigentes de máxima confianza en el Congreso y la Legislatura provincial ya especulan con lugares en las listas en un acuerdo con el Frente Renovador.
A fines de febrero, Stolbizer sorprendió cuando decidió presentar una agenda legislativa junto a Massa, de la que también forman parte el socialismo y Libres del Sur. “Es la agenda de los temas que le importan a la gente: el empleo, las pymes, las tarifas. No hay que hacer ninguna lectura anticipada de tipo electoral”, aseguró la diputada durante la presentación de un proyecto de ley para el sector lechero, del que participó junto a diputados massistas, que tuvo lugar el miércoles en la Rural.
En simultáneo a su acercamiento con la líder del Gen, Massa teje relaciones con el peronismo. Se muestra con Miguel Ángel Pichetto, gobernadores e intendentes, aunque descarta una candidatura con la boleta del PJ. Stolbizer aprueba el ADN peronista del Frente Renovador, confía en que Massa no se lanzará a los brazos del justicialismo orgánico y que se mantendrá bien lejos del Frente para la Victoria. El kirchnerismo es el límite que no está dispuesta a cruzar.
