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Este miércoles por la noche, cerca de las 21, el Ministerio del Interior hizo trascender los puntos centrales del “Acuerdo para el Nuevo Federalismo”, con el que Gobierno cumplirá la promesa que Macri hizo el martes en Corrientes: convocar a los gobernadores para trazar una ruta progresiva, hasta la devolución plena de los recursos que retiene la agencia previsional. Este plan, establecido por el decreto oficializado este jueves, establece seis puntos:
- La creación del Consejo Argentino para el Nuevo Federalismo, que estará integrado por el ministro del Interior, los gobernadores de cada provincia y el jefe de Gobierno porteño;
- La eliminación progresiva de la quita del 15%, escalonada año a año, hasta llegar a nivel cero el 1 de enero del año 2021;
- Un “régimen de saneamiento” financiero “definitivo” a acordar entre la Nación y las provincias, hasta saldar la totalidad de deudas que existan entre ellas;
- El Gobierno nacional podrá transferir a las provincias “asignaciones, bienes y servicios” que actualmente financia el Estado nacional, como parte de la negociación con los gobernadores;
- Propiciar un “incremento en la inversión en educación, ciencia y tecnología” con “nuevas metas y parámetros superadores” de los que actualmente fija la ley de Financiamiento Educativo;
- Que hasta se alcancen los acuerdos y entre vigencia el programa se mantendrá “la situación previa al dictado del Decreto N° 2635 del 30 de noviembre de 2015”, con el que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo extensiva a todas las provincias la restitución de fondos que la Corte Suprema ordenó para tres, Córdoba, San Luis y Santa Fe.
Gestos. La redacción del decreto 406/16 es una morigeración del borrador que el lunes por la noche, en su casa de Tigre, Massa le entregó en mano al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
En ese texto, al que accedió Letra P, el massismo proponía algo bastante parecido a lo que quedó finalmente redactado pero con montos, plazos y fechas establecidos. Puntualmente, planteaba la reducción del 15% en tres puntos porcentuales cada año, hasta llegar a una alícuota cero el 1 de enero de 2021; fijaba un plazo de 120 días para alcanzar los “montos, formas y plazos” en que “se reintegrarán las sumas debidas” por la Nación a las provincias, y ordenaba la condonación de todas las deudas “de los gobiernos provinciales con el Gobierno Nacional”.
Pasado el mediodía del miércoles, Frigerio y Monzó hicieron llegar a Massa lo que el massismo consideró una “contrapropuesta” al borrador que el ex jefe de Gabinete les entregara en mano el lunes. Massa convocó a todos los diputados de su bloque hacia la tarde. A las 19 ya estaban congregados en las oficinas que el Frente Renovador tiene en el octavo piso del Anexo C de la Cámara de Diputados. En simultáneo, en la Casa Rosada, tenían el decreto listo para ser enviado a la prensa. Si no lo hacían era porque iban a esperar hasta último momento posibles retoques pedidos por Massa.
La razón por la que Macri ordenó esperar la decisión final de Massa es que, este jueves por la tarde, necesita la firma del diputado Raúl Pérez (FR) en el dictamen de aprobación del DNU 73/16, con el que Macri planea derogar el 2.635 de Cristina, que amplió a todo el país la devolución del 15% de coparticipación. Esa firma, finalmente, la tendrá. También, los votos del massismo cuando el DNU se discuta en el pleno de la Cámara de Diputados. Y los de Compromiso Federal, el bloque de diputados que responden al senador Adolfo Rodríguez Saá, otro socio estratégico en la bicameral de Trámite Legislativo. Resta saber qué hará el bloque Justicialista, recientemente escindido del Frente para la Victoria (FPV), con dependencia directa de varios gobernadores peronistas.
Idas y vueltas. A esa hora del miércoles, cerca de las 19, las opiniones en el bloque massista estaban divididas. Un diputado del FR aseguró a este cronista: “Tal como está el decreto, estamos para votarlo”. Sin embargo, un compañero de bancada opinaba lo contrario. “Lo que mandó el Gobierno propone algo parecido a lo que planteamos nosotros –explicó-, pero sin fechas, sin plazos, sin montos y con todos los verbos en potencial. Meramente declarativo”.
Hasta trascendió que un diputado del FR, mientras sus compañeros discutían en las oficinas del bloque, repasaba frase por frase el decreto en el despacho del jefe de bloque del PRO en Diputados, Nicolás Massot. Aunque esta versión no pudo ser confirmada.
En el macrismo, igualmente, reinaba la tranquilidad. Massa, a través de Pérez, había frustrado en dos sesiones de la bicameral la firma del dictamen de mayoría aprobando el decreto 73/16. La última vez, el martes pasado. “Massa no va a marcarle la cancha a Macri dos veces en una semana”, se tranquilizaba un legislador del bloque PRO en la Cámara baja. “Es una exposición demasiado grande y se la van a terminar cobrando”, amplió. Inmediatamente, recordó todos los cargos que tiene el massismo por su acuerdo con el Gobierno nacional en distintas dependencias, sobre todo bonaerenses. Y cómo esas cajas podían esfumarse si Massa seguía tensando la cuerda.
Esa cuerda es la que Macri no quiere volver a ver tensa. Por eso, tomó la decisión de presentar el “Acuerdo para el Nuevo Federalismo” mediante un decreto simple, que no tenga que pasar por la bicameral, para no volver a depender de un nuevo pacto con Massa. “No nos vamos a quemar dos veces con la misma leche”, graficó el diputado macrista consultado.
A Macri no le habían gustado nada los condicionamientos de Massa. Al tal punto, que en el Ejecutivo barajaron toda la semana echarse para atrás con el decreto 73/16, lo que dejaría vigente el DNU de Cristina pero que, igualmente, no implicaría iniciar la devolución inmediata de los fondos a las provincias, ya que ese decreto está trabado por una medida cautelar. Pero ese plan se desactivó, porque no querían que el último suceso político de relieve previo a la Asamblea Legislativa del martes próximo, en la que el Presidente abrirá las sesiones ordinarias del Congreso, sea un fracaso y un retroceso.
Negociación. Ahora, la pelota la tiene Macri. Una vez en marcha la negociación, el contacto con las provincias será directo y Massa quedará fuera del tablero. Eso le permitirá al Gobierno nacional, además, avanzar en otro acuerdo urgente que necesita cerrar con los gobernadores: sus votos en el Congreso para derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano para allanar el camino de otra negociación, la que más preocupa al Presidente, que es la que representantes del Estado argentino llevan adelante en Nueva York con los fondos buitre y los holdouts.