"Las municipales son especiales, por que las realidades de los pueblos se imponen por encima de los procesos provinciales y nacionales". Esa fue la primera definición que dio Miguel Ángel Pichetto sobre los comicios en 23 distritos de Río Negro que fueron un claro anticipo de la gran elección del 14 de junio, cuando cinco fórmulas se enfrenten por el cargo mayor de la provincia.
Visiblemente molesto por el mal trago en Viedma, habló del gran acuerdo opositor que apostó en el intendente José Luis Foulkes la ficha para que el kirchnerismo no avance. "Hay mecanismos perversos como las colectoras. Partidos opuestos llevan un mismo candidato. Hay reformas para hacer", advirtió.
Consultado sobre la aplastante victoria de Martín Soria (con el que mantiene una complicada relación) en General Roca, celebró el avance que posibilita la fuerza del oficialismo en una señal para junio, aunque deberá trabajar sobre el segundo distrito electoral más importante. “General Roca es una ciudad estructurada y tiene un gobierno exitoso, respaldado en las políticas sociales del gobierno nacional. Es un resultado importante y habrá que trabajar para que se traslade al 14 de junio aún cuando todas las elecciones no son iguales”, reconoció Pichetto en diálogo con radio La Carretera.
“Debemos mirar positivamente la elección, que dejó cosas buenas para el FpV. Hay un ganador en todas las ciudades”, volvió a decir el candidato del peronismo, quien se despachó contra los medios que buscan instalar versiones de su poca presencia en el territorio. “Vivo en Río Negro y permanentemente recorro la provincia. Si pido licencia dejo en debilidad a mi bloque. El resto del tiempo, recorro siempre Río Negro. No quiero que vendan tonterías”, planteó enojado porque hace tiempo dejó “de ser estúpido”.
Con mayor frialdad, hizo un análisis de las comunas y aseguró que el justicialismo kirchnerista obtuvo respaldo más que importante para los tiempos que se vienen: "en política se gana y se pierde pero nos deja un 45 por ciento de base electoral en la provincia". Sobre el papel de su hijo en la elección capitalina, sostuvo que no tiene nada para reprocharle al resaltar la actitud. "Estoy muy conforme por su comportamiento. Se ve la actitud cuando le toca asumir que ganó Foulkes”, recordó el jefe de bloque kirchnerista.
En la difícil tarea de explicar cómo se perdió en Cipolletti, una de las cuatro ciudades más importantes de la provincia, habló de influencia a favor de Magdalena Odarda contra lo hecho por Alberto Weretilneck, quien apenas pudo hacer pie en Cinco Saltos y otras localidades de menor peso. “La elección de Aníbal Tortoriello es más vínculo de Odarda que de Weretileck”, finalizó.