- Temas del día
- Inflación
- Javier Milei
- Buenos Aires
- Axel Kicillof
- Gobernadores
Por Nicolás Fiorentino. En el proceso de renegociación de concesiones que encaró el año pasado con las empresas petroleras, para adecuarlas a su nueva ley petrolera, el gobierno de Chubut puso en práctica un novedoso sistema de traspaso directo de regalías a las cajas de los sindicatos petroleros. Así lo hizo al menos en el contrato que ya cerró con Tecpetrol, empresa del Grupo Techint, y así estaría intentando hacerlo en el convenio de renovación con Pan American Energy (PAE), que aún no fue aprobado (ver “el caso Pan American… en esta nota).
El gobierno de Martín Buzzi consiguió que la Legislatura chubutense apruebe sobre el cierre del 2012 una nueva Ley Hidrocarburífera, la cual contiene aspectos atractivos para los intereses de la Provincia.
Desde el cálculo de regalías sobre el valor del crudo y el gas en “boca de pozo” (es decir, antes de aplicarle impuestos), una mayor distribución coparticipable entre los municipios o la creación de un adicional Bono de Compensación de los Hidrocarburos para el Desarrollo Sustentable.
Esta ley obligó al Gobierno a sentarse con las petroleras a renegociar sus contratos y adecuarlos a las nuevas normas. Fue en el marco de estas mesas de negociación donde se filtró la transferencia de fondos, directa y con escasos controles, a los sindicatos.
Transferencias hasta el 2027
En septiembre del año pasado, la Legislatura le dio el visto bueno al renovado contrato de concesión con la petrolera de Techint por sus operaciones en los yacimientos El Tordillo, La Tapera y Puesto Quiroga, en Comodoro Rivadavia.
En los palcos aplaudían dirigentes del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut (SPGPCh), que más tarde terminarían en un violento (y desigual) cruce con organizaciones ambientalistas.
Este contrato creaba en su artículo 4° inciso b) una “contribución especial” mensual. De allí saldrán los fondos que, de aquí a 2027, cobrará el SPGPCh y el Sindicato de Personal Jerárquico del Petróleo.
La cláusula en cuestión establece que, del total de ingresos que obtenga Tecpetrol por estas explotaciones, una porción pequeña irá a parar directamente a Petrominera Chubut S.E., la compañía petrolera provincial. Será un 0,25% en 2013, 0,35% en 2014, 0,40% en 2015, 0,45% 2016, 0,50% en 2017 y un 1% de allí hasta el final del contrato, lo que mensualmente la empresa deberá transferir. De lo que se recaude, el 75% quedará en Petrominera; y el 25% viajará directo y sin escalas a las cajas de estos 2 sindicatos.
Estimar cuántos millones podrán acumular los sindicatos de aquí a 2027 resulta imposible. Dependerá del éxito comercial de Tecpetrol, del precio del petróleo o de muchas otras variantes. El presidente del bloque de la UCR en la Legislatura de Chubut, Roberto Risso, entregó a Letra P un dato curioso: “Hace pocos días el diputado (provincial del PJ, Carlos) Gómez, dirigente del sindicato petrolero, se ufanó de que su gremio ya recibió 22 millones de pesos que les permitía construir un sanatorio que le va a costar 190 millones”.
El senador nacional por Chubut Mario Cimadevilla (UCR), en diálogo con este medio, calificó este punto como “coima institucionalizada”.
Más allá de la mirada política, que el acuerdo incluya un pase de regalías directo a los sindicatos podría ser, en simultáneo, cuestionado legalmente. El artículo 9° de la ley de sindicatos aclara que “las asociaciones sindicales no podrán recibir ayuda económica de empleadores, ni de organismos políticos nacionales o extranjeros”, aunque luego explica que “esta prohibición no alcanza a los aportes que los empleadores efectúen en virtud de normas legales o convencionales”.
Los abogados consultados por Letra P aseguran que, si los fondos destinados a los gremios tienen un destino definido para los afiliados (capacitación, infraestructura, etcétera) y eso consta en el convenio referido, no habría ilegalidad, lo que señalan desde la oposición es, justamente, la interpretación de estos convenios.
En el contrato con la petrolera de Techint, sólo se aclara que los sindicatos deberán destinar este ingreso a “cumplir con prestaciones complementarias de la seguridad social con destino a sus trabajadores”.
Buzzi tomó el gobierno de Chubut en 2011. Tras ser impulsado por el hasta entonces gobernador, Mario Das Neves, rápidamente abandonó las filas del ex compañero de fórmula de Eduardo Duhalde en las presidenciales de ese año y tendió puentes hacia Olivos.
En este cuadro, en Chubut hay amplias coincidencias al tomar el traspaso de regalías a los sindicatos como un mecanismo para controlarlos y evitar sacudones del gremio más fuerte en la provincia, junto con la Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA), en un gobierno que necesitaba fortalecerse para gestionar.
El caso Pan American Energy
En febrero, el gobierno de Buzzi avanzó en la adecuación del contrato de PAE, empresa que comparten los hermanos Bulgheroni y la British Petroleum. Este acuerdo incorporaba una cláusula similar de envío de fondos directos a los sindicatos como en el caso de Tecpetrol, pero agravado: la propia compañía ya había sellado un acuerdo con los gremios petroleros y el municipio de Comodoro Rivadavia para bajarles, en forma directa y a repartirse, el 1% de sus ganancias. No sólo eso. La propuesta incluía a otros dos sindicatos: la UOCRA y Camioneros. Aunque ninguno de los dio, hasta ahora, su aval al convenio.
Este contrato está frenado. Buzzi se negó firmarlo porque PAE exigía incorporar un artículo para que la provincia garantice “paz social” para sus operaciones. Lo que, en concreto, se traduce en la obligación del Gobierno de despejar rutas por la fuerza en casos de piquetes que obstruyan el funcionamiento de la compañía. “Si no están dadas las condiciones objetivas yo no voy a firmar”, explicó el gobernador.