La hiperactividad le viene rindiendo buenos frutos a Sergio Berni. El secretario de Seguridad, famoso por aparecer personalmente en cada foco de conflicto que afecta a su área está entre los funcionarios más valorados por la ciudadanía, incluso en territorios con electorado antikirchnerista.
Según encuestas que maneja el Gobierno nacional, encargadas a distintas consultoras, el súpersecretario creció casi 10 puntos en su nivel de conocimiento desde fines del año pasado hasta ahora y su gestión es aprobada por un porcentaje “bastante alto” de la ciudadanía, en un área siempre cuestionada, como es la Seguridad.
De acuerdo con los números que llegaron a conocimiento de la Rosada en los últimos días, cerca del 35 por ciento de los porteños valora positivamente el desempeño de Berni. El número, si bien no es exageradamente alto, supera ampliamente al electorado cautivo que el kirchnerismo tiene en ese territorio.
Algo similar sucede en el primero y segundo cordón del Conurbano bonaerense, donde la aprobación de la gestión del secretario ronda el 37 por ciento, muy por encima de los números que el Gobierno alcanzó en las urnas en las últimas elecciones. Las cifras también se mantienen en el interior del país, incluso en provincias no gobernadas por el kirchnerismo, como Córdoba y Santa Fe.
Dentro y fuera del Gobierno, hay quienes explican por qué la imagen del secretario fue en ascenso, aún en tiempos duros para la Rosada. “Berni tiene buena imagen porque es el único que pone la cara”, reconoce un dirigente antes kirchnerista que hoy milita en el massismo.
“Sergio labura de verdad, sabe de qué habla. Está en todos lados, es un obsesivo del trabajo. Eso se nota, aunque el tema de la seguridad siga siendo un problema”, analizan cerca del funcionario.
Bajar en helicóptero en plena Panamericana para desarticular un corte, disfrazarse de cazafantasmas por una nube tóxica o hablar personalmente con víctimas de inseguridad, puede lindar muchas veces con la sobreactuación pero a Berni, al parecer, le viene dando buenos resultados.