Aunque el proyecto de ley aún tiene que superar varios trámites parlamentarios, la propuesta fue aprobada en una primera votación por 98 votos a favor y 15 en contra.
“Esta ley va a crear una sociedad más tolerante en Escocia y significará que, en relación con el matrimonio, hay una verdadera igualdad de derechos para toda la comunidad”, aseguró el ministro escocés de Sanidad, Alex Neil.
El Gobierno recordó que no se obligará a las iglesias a oficiar bodas entre personas del mismo sexo si algunas manifiestan su oposición a esas uniones.
Las parejas escocesas del mismo sexo tienen la opción de celebrar uniones civiles en los ayuntamientos, lo que les da derechos y responsabilidades similares al matrimonio civil sin estar casados.
Con esas uniones, las parejas gay tienen derecho, por ejemplo, a que uno de ellos pueda heredar el patrimonio del otro si éste muere, pero no pueden cambiar el apellido como en el caso de los casados.
En Inglaterra y Gales, el matrimonio igualitario fue aprobado por el Parlamento de Westminster y se espera que se celebren los primeros a partir de 2014.