“La línea B está al borde de una catástrofe y los trabajadores no somos los responsables pese a que el gobierno porteño nos culpa y nos acusa de vagos”, manifestó el delegado de la línea B, Claudio Dellecarbonara, en declaraciones a Télam.
“Los trenes se quedan todos los días y la gente se las toma con nosotros cuando fuimos los trabajadores los que advertimos que podía ocurrir esta situación”, afirmó, y agregó que “en las horas pico los trenes viajan llenos por falta de formaciones y los pasajeros se pelean entre ellos para poder subir”.
La línea B no funcionó hoy desde las 9.10 hasta las 9.40 por la descompensación que sufrió un pasajero, a raíz de las demoras generadas un grupo de personas rompió un vidrio en la estación Malabia, lo que generó el cierre de las boleterías.
A las 11 ocurrió la otra interrupción cuando una mujer se arrojó a las vías en el momento en que ingresaba un tren en dirección a la estación Alem, el servicio quedó suspendido hasta las 14.
En el día de ayer, también hubo demoras cuando una formación se detuvo por problemas técnicos y los pasajeros debieron ser evacuados. Por ello la empresa dispuso un servicio reducido entre las estaciones Rosas y Medrano.
Cuando los usuarios se enteraron en Medrano que debían descender porque el servicio finalizaba ahí, primero se negaron y, luego, un grupo de pasajeros atacó la boletería y causó algunos destrozos.
El delgado aclaró que “no queremos tomar medidas que paralicen el subte, porque nosotros también somos usuarios y no viajamos en las condiciones que deberíamos tener. Estamos resolviendo y la semana que viene informaremos de nuestras decisiones”.