Esa imagen o doodle le pertenece al fotógrafo francés Robert Doisneau, quien cumpliría 100 años.
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Esa imagen o doodle le pertenece al fotógrafo francés Robert Doisneau, quien cumpliría 100 años.
Nacido en Gentilly, cerca de París, realizó sus primeras fotografías aprendiendo de forma autodidacta y leyendo las instrucciones de las cajas de emulsión para revelar.
Grabador litógrafo y tipográfico, Doisneau trabajó como fotógrafo industrial y de publicidad en la factoría de Renault y Participó como soldado en la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial, donde retrató la ocupación y la liberación de París, además de la alegría y la jovialidad de la ciudad tras la desgracia.
Junto a su amigo y periodista Robert Giraud, recorrió la vida nocturna de la capital francesa, donde encontrará entre cafés y jazz a Jean Paul Sartre, Albert Camus Jean Cocteau que lo ayudaron a escarpar del mundo frívolo de la fotografía “Vogue”.
En 1950, Doisneau buscó material para cumplir con un encargo de la revista estadounidense Amercia´s Life, interesada en los enamorados de París. De ahí saldrá la serie Besos y su obra más significativa: El Beso. La fotografía muestra de forma misteriosa una pareja besándose frente al ayuntamiento de la ciudad de las luces. La foto se convirtió en un icono reconocido en todo el planeta y de su cartel se han vendido más de 500.000 ejemplares en todo el mundo.
El trabajo del fotógrafo es conocido por darle protagonismo inusitado y dignidad a la cultura de los niños de la calle, volviendo una y otra vez al tema de los niños jugando en la ciudad, sin restricciones de los padres.
En 1994, a los 81 años tomó su última fotografía al morir en la capital francesa.
