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Represas de Santa Cruz: un gigante en el limbo y el chino de los U$S500 millones

La obra más grande de la Argentina sigue paralizada. Fondos asiáticos frizados y rumor de despidos. Milei, el comunismo y la letra chica que estudia Enarsa.

La provincia de Santa Cruz es un hervidero ante la falta de resolución oficial para que los bancos de la República Popular China desembolsen los 500 millones de dólares correspondientes a la nueva adenda del contrato para la obra más grande de la Argentina, la construcción de las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner. Las obras comenzaron en 2015 y, según el cronograma original, debían finalizar en septiembre de 2019 para que las usinas pudieran comenzar a generar energía a partir de febrero de 2020. No sucedió. Ahora, Javier Milei es el cuarto presidente que deberá ocuparse del megaproyecto que está paralizado y que puede provocar 500 despidos a fines de febrero.

En las últimas horas, un comunicado de un grupo afiliado a la UOCRA encendió las alarmas entre los 2.800 trabajadores de la UTE Represas Patagonia que construye las dos megaobras para generar energía eléctrica utilizando el torrente del río Santa Cruz en la provincia que gobierna el petrolero Claudio Vidal.

“Tendremos el sueldo asegurado hasta el 29 de febrero, de ahí en más vendrán los peores momentos que atravesaremos en Represas. A partir del 1 de marzo habrá un aproximado de 500 bajas”. Con esas palabras se encargó de agitar el avispero la comisión interna de la represa Jorge Cepernic en medio de las negociaciones que el grupo de empresas encargada de las obras tiene con los nuevos funcionarios de la gestión de Milei en Enarsa, Juan Carlos Doncel Jones y Rigoberto Mejía Aravena.

La zozobra aumenta en el ámbito sindical porque del otro lado del ovillo todavía resuenan los ecos de la campaña electoral libertaria, cuando Milei aseguró que no tendría relaciones comerciales “con países comunistas”. Si bien la canciller Diana Mondino debió calmar las aguas diplomáticas, la relación entre Argentina y China ya no será la misma que fluyó en los gobiernos kirchneristas e incluso en la gestión Cambiemos. Aliado con Estados Unidos e Israel, si Milei puede zafar de recurrir al auxilio del swap de monedas oriental, lo hará. Si puede evitar la inversión asiática, también. Sólo lo corre el pragmatismo.

Cómo están las obras

Mientras tanto, en la cuenca del río, en el medio de la estepa patagónica, entre los glaciares de la cordillera y la desembocadura del mar argentino, hace más de dos meses que no se mueve una máquina pesada para construir la presa.

Cuando se acabaron los 500 millones de dólares de la última adenda a fines de diciembre de 2022 para restituir gastos afrontados por la UTE y avanzar con las obras, la mayoría del personal se fue a su casa y desde entonces percibe el 80% del sueldo. Fue un acuerdo con los gremios para contener la situación social. La última quincena, por ejemplo, la pagó con dinero propio el grupo chino Gezhouba, que encabeza el consorcio constructor asociado con las locales Hidrocuyo y Eling, antes Electroingeniería. La compañía identificada con el empresario Gerardo Ferreyra cambió de nombre y de directivos para distanciarse de su tinte kirchnerista.

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Fuentes gremiales, empresarias y gubernamentales consultadas por Letra P coincidieron en señalar que la actividad en las obras va a continuar paralizada y sin despidos, al menos hasta el 29 de febrero. El 1 de marzo, UOCRA y la UTE acordaron volver a sentarse para negociar un nuevo acuerdo. Las condiciones dependerán de que se haya o no destrabado el nuevo desembolso.

“Se puede extender el convenio o se puede achicar la estructura hasta que se resuelva la continuidad. Eso depende de cómo se vaya resolviendo la situación”, indicaron. En la conducción de la UOCRA, que cerró el acuerdo con la Unión Transitoria de Empresas, negaron que el 1 de marzo se produzca una ola de despidos masiva, como auguró en la nota mencionada la comisión interna, enfrentada con la dirigencia del sindicato.

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Sin embargo, no se descarta una purga. “Si hay despidos, será de gente que tenga carpeta o faltas, problemas de conducta, pero no se sabe el número. Hay mucha gente que no va a trabajar desde hace tiempo con esas excusas y eso nos va a dar lugar a un recambio de gente que sí quiere trabajar”, dicen en el gremio, con algún grado de eufemismo, en respuesta a la comisión interna.

Sindicalistas y empresarios también desmintieron que de marzo a noviembre los trabajadores que sigan vinculados a las obras dejarán de cobrar los haberes hasta noviembre. Son casi 3.000 personas de las cuales el 75% tiene residencia en Santa Cruz.

Qué pasa con los fondos chinos

Un mes después de la asunción de Milei, Doncel Jones y Mejía Aravena se sentaron con los directivos chinos de la UTE conformada por Gezhouba, Hidrocuyo y Eling para continuar la negociación que había quedado suspendida en la gestión de Alberto Fernández.

Según pudo saber Letra P, el acuerdo de cómo utilizar cada dólar de los 500 millones de la nueva adenda ya estaba cerrado, pero el día que Sergio Massa perdió el ballotage todo quedó frizado.

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Sin avances del entonces titular de Enarsa, Agustín Gerez, y del presidente Fernández en la firma de la adenda que habilite el nuevo desembolso, los directivos chinos empezaron a mandar a los obreros a sus casas. El 10 de diciembre ya no quedaba nadie ¿Por qué no se firmó la adenda antes?

A pesar de la aversión de Milei con China, en Santa Cruz confían que el Gobierno no va a dejar caer la obra más grande del país. “Tenemos la impresión de que quieren continuarla. No nos han dicho lo contrario”, dicen fuentes cercanas al proyecto con algo de cautela.

El gobernador Vidal está preocupado porque se reinicien las obras. Por eso esta semana pedirá una audiencia con Enarsa en la que también recordará que el recurso hídrico le pertenece a la provincia.

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Otro punto que debe resolver Enarsa son los 400 millones de dólares que la UTE pretende como compensación por no despedir personal desde el inicio de la pandemia hasta octubre de 2021, por los gastos extraordinarios durante el período improductivo que se consumió la resolución del deslizamiento de suelo imprevisto en la represa Néstor Kirchner y por la recomposición de precios por inflación. La empresa estatal deberá determinar si le reconoce a la UTE ese reclamo o no, y cómo lo hará.

Si el acuerdo se concreta y aparece el visto bueno del ministro de Economía, Luis Caputo, Enarsa firmaría la Adenda XII con la UTE y se destrabarían los U$S500 millones de las entidades bancarias China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited (ICBC) y Bank of China Limited, para que se retomen las obras.

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