Por ser ella, Cristina Fernández de Kirchner habló poco en Río Negro y, pese al clamor creciente para que sea candidata, no dio señales claras, como había hecho antes de su renunciamiento, sobre el rol que jugará en las elecciones de este año, aunque su sola aparición es de por sí una señal de que no piensa mantenerse al margen de la discusión púbica y de que, además, pretende marcar la agenda de la campaña oficialista.
"Economía bimonetaria y un tercio de la población en negro: yo no sé cómo estamos vivos", dijo después de un largo diagnóstico sobre la economía informal.