Desde su llegada al Vaticano, en marzo de 2013, Jorge Bergoglio ha recibido en audiencia a quienes en estos diez años residieron en la Casa Rosada a uno y otro lado de la grieta política: Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández. Las imágenes de esos encuentros revelan las caras y los gestos con que el papa recibió a los tres mandatarios y también cómo las máximas autoridades del país vivieron esos momentos junto a su compatriota.
Francisco mantuvo su última reunión con Alberto Fernández el 13 de mayo de 2021. A poco de la sanción del aborto legal, la reunión -transcendió- fue meramente protocolar y algo tensa.
Duró 25 minutos y, en un día feriado en el Vaticano, se llevó a cabo en el estudio privado del Aula Pablo VI. La estrategia para la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las variables para afrontar la crisis de la pandemia de coronavirus fueron los temas centrales de una agenda abierta.
Al término del encuentro a solas, fue el turno del saludo a la comitiva que acompañó al primer mandatario, en la que estaba la primera dama, Fabiola Yáñez, y de la foto oficial. También de la entrega de obsequios: una medalla por el aniversario de la Guerra de Malvinas, una estola de la basílica de San José de Flores y estatuilla de San José con una estampita de Luján, una colección de la Divina Comedia traducida y un libro biográfico del músico Enrique Discépolo.
La primera audiencia del actual jefe de Estado fue el 31 de enero de 2020. Duró 44 minutos y se desarrolló en la biblioteca privada del Palacio Apostólico. Antes de ingresar a ese espacio, el Presidente le cedió el paso a Bergoglio, quien, entre risas, le respondió: “No, primero el monaguillo”.
Los regalos entregados: un coffee table book con fotos de los bares históricos de Buenos Aires, una obra en telar realizada por personas con discapacidad de una asociación civil y una figura hecha a mano del Negro Manuel, un esclavo que fue el primer custodio de la imagen de la Virgen de Luján.
Macri tuvo su primera reunión con Francisco el 27 de febrero de 2016, tras trascendidos de un clima relacional complejo importado de Buenos Aires. Apenas 22 minutos de audiencia en la biblioteca del Palacio Apostólico y una foto oficial que fue comentario de la prensa mundial: el gesto adusto de Bergoglio con el fundador del PRO.
Los obsequios, simbólicos: un poncho de vicuña, varios CDs de tango y chamamé y una réplica de la Cruz de Matará que es venerada en Santiago del Estero.
La segunda reunión entre Bergoglio y Macri fue el 15 de octubre de 2016, en la sala Pablo VI, y se extendió por 60 minutos. La presencia de Antonia, la hija del presidente con Juliana Awada, cumpliendo la promesa que el mandatario le hizo en el encuentro anterior, distendieron el momento.
El regalo presidencial también contribuyó a un clima distinto: una escultura realizada con material de descarte del artista Alejandro Marmo, uno de los preferidos de Francisco.
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CFK es la dueña del récord de visitas a Francisco, tras su conversión a la fe bergogliana: cuatro audiencias oficiales.
El 19 de marzo de 2013, a poco de la elección pontificia del arzobispo porteño.
El 17 de marzo de 2014, almuerzo de dos horas y media a solas y un retrato del arzobispo salvadoreño Oscar Romero, mártir de la dictadura en el país centroamericano, y una canasta con productos regionales argentinos como regalos.
Seis meses después, el 19 de septiembre, otro almuerzo, pero esta vez en la casa Santa Marta donde reside el papa y cuadros de pintores argentinos, miel de productores locales y una escultura de la Virgen Desatanudos a modo de obsequios. A la hora del saludo a la delegación, el roce diplomático por la remera de La Cámpora que Andrés Larroque le dio a Bergoglio.
El 6 de junio de 2015 fue la última, que se prolongó por casi dos horas.
La actual vicepresidenta también aprovechó los viajes apostólicos a Brasil, Paraguay y Cuba para encontrarse con Bergoglio. El 28 de julio de 2013, en el marco de la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, mantuvo un breve diálogo con Francisco en la sacristía del altar levantado en la playa de Copacabana, en la que el papa le obsequió un par de zapatillas de cuero y medias blancas para su nieto recién nacido, Néstor Iván, hijo de Máximo Kirchner.
El 12 de julio de 2015, CFK viajó a Asunción, aprovechando una gira papal por sudamericana. Allí intercambiaron un saludo y la primera mandataria le obsequió una copia de recortes de diarios de época con el rezo de Juan XXIII por la salud de Eva Perón.
El 20 de septiembre de 2015, la Presidenta también viajó a Cuba para saludar al papa durante la misa que el pontífice presidió en la Plaza de Revolución. Fue el último encuentro.