PASO 2023

Patricia Bullrich fue el espejo institucional de la bronca, pero la nueva fase es con el centro

El escenario de tercios la obliga a extremar la unidad de JxC para contener al jefe de Gobierno y a su electorado. La batalla que se asoma será en las trincheras de la economía.

Patricia Bullrich será la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio (JxC). Sacó una ventaja de casi seis puntos al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y dejó planteado el desafío hacia la ronda en la que se contarán los porotos. El escenario de tercios, con el libertario Javier Milei a la cabeza, dejó la sensación en el búnker cambiemista de que no les sobra nada. “Juntos hemos hecho crecer a JxC. Vamos a estar todos juntos para ganar las elecciones generales y ser el gobierno que le cambie la vida a los argentinos”, prometió la festejante de la segunda fuerza más votada.

El marcado discurso de unidad de Bullrich expuso la necesidad de practicarla con su rival en la interna, con los gobernadores del palo que Larreta mostró como trofeos en Salsipuedes, provincia de Córdoba, y con algo más. ¿Juan Schiaretti? La pregunta es polémica y no encuentra respuestas monocordes. Es cierto que el análisis de bullrichistas y larretistas de los resultados encontró varios puntos de encuentro. Por algo se empieza.

Todas las fuentes consultadas por Letra P, de una y otra cantera, coincidían que Bullrich logró concentrar esa porción del “voto bronca” que se rehusaba a escapar de los marcos institucionales, del mismo sistema que Milei dice despreciar, aunque forme parte. Larreta quedó en esa nebulosa gris porque no pudo expresar la dureza en la postura contra la inseguridad que mostró la exministra de Cambiemos; ni el liberalismo económico que prometía el referente de La Libertad Avanza.

En otras palabras, Larreta jugó un pleno al voto de centro en una primaria de un país que giró hacia la derecha. El alcalde apostó a los fierros en contextos donde el prima el voto emocional, la venta de un eje concreto.

Otro ángulo de análisis puso la mira en el historial de peleas de JxC que marcaron la previa de PASO y buena parte de la campaña, al punto que instaló el interrogante sobre la convivencia futura de las figuras protagonistas de la interna. Si alguna vez parecieron aspirantes de fuerzas totalmente distintas, la percepción era legítima.

Cohesión obligada

La noche del domingo, Bullrich intentó disipar esa duda con su discurso de paz. Probablemente sospechen que sus trifulcas aliancistas impactaron en la competitividad y que disipó la expectativa de la ciudadanía como fuerza referente de la oposición. Milei se presentó como el legítimo heredero de ese lugar. Capitalizó la dispersión y el tercer lugar nominal que sacó la mujer que pescará en su pecera de cara a octubre.

Bullrich iniciará esta nueva etapa con la hipótesis que el libertario tocó su techo. La primaria favorece las expresiones hacia los extremos y un giro hacia la moderación en la primera vuelta. Allí asoma el primer desafío: si este patrón de mesura se cumple en octubre, el escenario de tercios obliga a extremar la unidad. Contener a Larreta y a su votante es necesario para que no riegue en las canteras de expresiones moderadas del peronismo como Schiaretti, o bien, en las de Sergio Massa.

Será la economía

El próximo partido ya empezó. El expresidente Mauricio Macri dio la señal de largada a su heredera que tendrá que pensar a conciencia su nueva táctica. La ganadora sugirió que su plafón emanará de cada integrante de la coalición y los gobernadores electos en las provincias. Pero necesitará más para recortar distancias con un rival difícil, al que no se le escapó nada, como habían pronosticado las encuestas del “operativo desinfle” del minarquista.

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Juntos por el Cambio deberá recuperar su cosecha electoral y para ello deberá expandir su propuesta. Bullrich no podrá cabalgar sólo sobre el eje de la inseguridad. Larreta intentó anularla mostrando una idea en materia económica y Milei continuará con el camino de su rival directa en octubre. Sabe que allí emana su potencial concreto y es la mayor debilidad del oficialismo nacional.

Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Luis Petri en Parque Norte el 13 de agosto.
cordoba: el rugido de milei retumbo en el pago de schiaretti y postergo a jxc

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