El 20 de julio vence el plazo para la inscripción de alianzas. Marcos Ferrer teje la unidad para presidir la fuerza. Myrian Prunotto ya tiene candidato.
Rodrigo de Loredo y Marcos Ferrer buscan comandar la UCR que viene en Córdoba.
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora y el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, con ansias de connducir el Comité Provincia de la UCR.
La UCR de Córdoba está agrietada por Javier Milei y el Partido Cordobés de Martín Llaryora, pero Marcos Ferrer intenta hilar punto a punto el consenso que lo lleve a presidir el partido boinblanca. El calendario electoral fijó la presentación de alianzas el 20 de julio y, diez días después, las listas. En tanto, la interna sería el 8 de septiembre.
Mientras las referencias de la doctrina de Juan Domingo Perón descansan sobre el ordenamiento del poder, a la descendencia de Leandro N. Alem e Hipólito Yrigoyen les cuesta abroquelarse. Son más de 130 años de internas permanentes.
Pero las disputas locales están en un punto de eclosión. Lo cierto es que las frenéticas negociaciones terminan sepultando las ansias internistas. Eso piensan desde el núcleo que encabeza Rodrigo de Loredo: creen que las tribus tensionan para quedar mejor posicionados ante virtuales acuerdos.
El intendente de Río Tercero cuenta con la venia del jefe de la bancada radical en Diputados. Su capacidad de negociación y de diálogo con otros referentes son sus principales armas. “Sólo por consenso buscará llegar al Comité Provincia”, repiten a coro en su entorno.
No fue inocente la jugada de Llaryora de preparar el acto oficial del 9 de Julio a territorio riotercerense. Mientras el intendente anfitrión consiguió una vidriera importante, al gobernador le sirvió para seguir limando al senador Luis Juez, que en 2027 buscará competirle mano a mano la gobernación.
Para abonar esa tesitura, Llaryora anunció el desembolso de $5.000 millones en Río Tercero con la promesa de instalar una sede de la Universidad Provincial y del Complejo Educativo Tecnológico. Así, ambos proyectan “un polo regional del desarrollo del conocimiento”.
Con De Loredo bancando en líneas generales a la gestión de La Libertad Avanza, en Córdoba los núcleos internos conducidos por Ramón Mestre y Fernando Montoya se plantan al ala libertaria. En tanto, desde lo discursivo, el legislador Dante Rossi y el concejal capitalino Sergio Piguillem también rechazan las políticas de ajuste. Habrá que ver si en los hechos pesa más la bandera de Raúl Alfonsín o el apoyo a De Loredo, que resignó lugares a su tropa propia para convertirlos en legislador y concejal respectivamente.
Este viernes, la Casa Radical será sede de un acto convocado por los grupos que intentan fortalecer la identidad partidaria y la autonomía frente al Partido Cordobés y al Presidente. Este polo se ubica de manera diametralmente opuesta a las ideas que pregonan el cordobesismo y los libertarios. Mientras otros sectores intentan bajarle el volumen a la marcha radical, esta pata radical hará que se escuche fuerte el himno que les eriza la piel.
Uno de los nombres que comienza a circular desde ese armado para el Comité Provincia es el de Facundo Cortés Olmedo, integrante de las filas del mestrismo y presidente del Congreso Provincial, el órgano que aprueba o rechaza las alianzas electorales. Sin dudas, De Loredo necesita hacerse de ese órgano pensando en futuras alquimias que lo lleven a renovar su banca en la cámara baja.
Tras la aprobación de la ley ómnibus, De Loredo pudo tomar bocanadas de aire y prepararse para lo que viene. En tanto, para amortiguar los efectos que producen Milei, Llaryora y Juez, la legisladora Alejandra Ferrero ya anotó como precandidato a gobernador a De Loredo, que en los próximos 17 meses deberá trabajar en tres desafíos excluyentes: impulsar un armado partidario contenedor; tener una buena performance en 2025 y seguir en el Congreso.
Si la estrategia es seguir en sociedad con Juez en un intento de Juntos por la Libertad con patas del PRO, LLA y el radicalismo, De Loredo necesitará la llave del Congreso Provincial que hoy controla Mestre. Por ahí pasará la verdadera compulsa.
Asimismo, desde el deloredismo ven con buenos ojos una confluencia con la diputada nacional Soledad Carrizo y los exlegisladores Marcelo Cossar y Juan Jure.
Gonzalo Salvetti es el nombre elegido por Myrian Prunotto para dar pelea en la Capital. El joven fue presidente de la Juventud Radical y es uno de los adláteres de la vicegobernadora, junto con Rocío Carnero y Juan Polo Gait, dentro del núcleo Córdoba con todos.
Los objetivos de Prunotto son tres: el de máxima, que su candidato logre ganar la contienda y le arrebate el Comité Capital a los núcleos históricos del radicalismo. Los siguientes dos objetivos de la aliada llaryorista tienen que ver con medir fuerzas y dar un mensaje interno.
Al frente, Salvetti podría tener un tándem conformado por los espacios que lideran De Loredo, Javier Bee Sellares, Miguel Nicolás, Piguillem y Carrizo. El nombre que intenta colar el nicolacismo es el de Guillermo Ito Farías, quien ya estuvo al frente del Comité Capital. En tanto, Mestre, Montoya, Rossi y Piguillem podrían dar señales desde esta semana.
Desde la vereda de Prunotto señalaron a Letra P que “el radicalismo se encuentra a 60 días de una renovación histórica, que hay que dar pelea y que habrá un mensaje al partido, después de 40 años”.
En ese sentido, buscan forzar la interna en la Capital y en departamentos populosos como Colón.En el mundillo radical todo es posible. La única certeza estará un minuto antes de las 00 horas, cuando venza el plazo para la presentación de alianzas. Los radicales de Córdoba pasarán el 20 de julio alimentando la fraternidad o decididos a una interna partidaria.