Omar Paredes confirmó su traspaso al bando reformista mientras su jefa está en el Vaticano. Las otras dudas del bloque. A Unidos le sobran dos votos: tiene 36.
Se partió el bloque de Amalia Granata: con ella de viaje, uno de sus diputados avisó que votará a favor de la reforma constitucional.
Con Amalia Granata ausente, finalmente se confirmó que su bloque en la Legislatura terminará por romperse en la sesión en la que se debatirá la ley declaratoria de la necesidad de la reforma constitucional de Santa Fe: al menos uno de sus diputados, Omar Paredes, votará a favor de la iniciativa impulsada por Unidos para Cambiar Santa Fe.
Paredes hizo pública su decisión a los cronistas parlamentarios durante un cuarto intermedio de la última reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales. Afiliado radical hace casi sesenta años y parte de una familia que milita en la UCR desde hace un siglo -según remarcó-, el diputado se preocupó por aclarar que votará a favor por convicción y no por algún toma y daca con la Casa Gris. Autonomía para Rosario y limitar todas las reelecciones a un solo mandato, sus deseos para la Convención Constituyente. ¿Y la reelección de Maximiliano Pullaro? También a favor, pero solo por un mandato más.
El cambio de opinión de Paredes se empezó a olfatear hace algunas semanas, cuando se apartó de su bloque y se abstuvo de votar el proyecto de reforma judicial que ampliaba la Corte Suprema. Aquella vez, se conoció luego, su intención había sido votar a favor pero tras una charla con su compañero de banca y principal ladero de Granata, Emiliano Peralta, cedió y acordó abstenerse. Con algo de enojo, cerca de Paredes aseguran que esa vez también fue fruto de su convicción y no porque había pedido un cargo y no se lo dieron, “como hizo un compañero de banca”.
Desde el primer apartamiento de Paredes, la incógnita sobre su decisión de cara a la reforma constitucional quedó planteada. Incluso, se profundizó cuando se ausentó en la última semana de sesiones extraordinarias por un viaje que tenía programado. Los rumores fueron tantos que Granata acusó públicamente a Unidos para Cambiar Santa Fe de querer “comprar” los votos de su bloque. Algunos entornistas de la mediática señalaban al radical José Corral como el enviado, pero nunca pudieron confirmarlo.
Con la confirmación del cambio de voto de Paredes, en Somos Vida dejaron saber su intención de castigar con expulsión a aquellos miembros de su bloque que se apartasen de la decisión de votar en contra del proyecto que habilita la reforma. “No me importa, armaré un monobloque”, fue la respuesta de Paredes. Hay un detalle irónico: Granata también se verá forzada a apartarse de la decisión de su bloque, ya que viajó al Vaticano a reunirse con el Papa Francisco y, por lo tanto, se ausentará de tan importante sesión.
No es el único diputado sobre el que se corrieron rumores: aún queda por despejar la incógnita del voto de Edgardo Porfiri, sobre el que hay más de una versión circulando por los pasillos de la Legislatura. A diferencia de la sensación que tenían en su momento con Paredes -basada en una firme sospecha de negociaciones subterráneas con la Casa Gris-, cerca de Granata descuentan que Porfiri “va a jugar bien”.
Con la confirmación del voto afirmativo de Paredes, el poroteo más optimista de Unidos para Cambiar Santa Fe le asegura unos treinta y seis votos, dos más de los necesarios para que el proyecto obtenga la sanción de la cámara baja. A los veintiocho del oficialismo y los cuatro que aporta Omar Perotti -quien no pudo asegurar la voluntad de Walter Agosto-, se le suman los de Palo Oliver y Claudia Balagué del Frente Amplio por la Soberanía -algo preocupados por el piso alto del 3% de votos sobre el padrón para entrar a la Convención-, el de Juanjo Piedrabuena y el de Paredes.