La teoría del cisne negro se usa en política para, a posteriori, explicar un suceso que fue sorpresivo pero, con el diario del lunes, ser racionalizado al punto de pensar que pudo haber sido pronosticado. Alberto Fernández fue el cisne negro de Cristina Fernández de Kirchner 2019: pocos esperaban su designación en la boleta, pero luego la maniobra cobró sentido como jugada electoral. Ahora, Pablo González negó ser el Alberto Fernández modelo 2023.
En una serie de trascendidos mezclados, como si fuera un teléfono descompuesto, parte del Frente de Todos se convenció esta semana que el presidente de YPF podía ser el "tapado" de la vicepresidenta para bendecir con una candidatura. "No es cierto eso, nadie habló conmigo, nadie ni siquiera me lo sugirió", negó en una serie de entrevistas difundidas este sábado.
Amigo de Máximo Kirchner y exvicegobernador de Santa Cruz en el primer mandato de Alicia Kirchner, a González no le falta ADN kirchnerista en sangre. La versión indicaba que Cristina Kirchner estaba buscando un postulante de su espacio, de menos de 55 años (González tiene 54), de buena relación con el empresariado (comanda la firma estatal más importante que cotiza en la bolsa de Nueva York), pero debajo del mainstream para que no sea una figurita K.
"La política la hago en mi provincia. No hay nada de eso ni lo va a haber. Soy una persona que trabajó políticamente en mi provincia, lamentablemente poco últimamente", describió el funcionario a La Nación. González brindó uina serie de notas para celebrar un fallo a favor de la petrolera estatal en la justicia norteamericana, el llamado caso Maxus.
Para que no queden dudas, sentenció:" "Yo no soy el tapado". "El tapado es otro, hay que buscarlo en otro lado… si existe", apuntó, por otra parte, en una charla con Infobae. Desde el Instituto Patria lo desmintieron apelando a los antecedentes: nunca una sorpresa electoral K se filtró con tanta anticipación. "Me sorprendí con el rumor. Primero no me lo tomé muy en serio, me divirtió, después no tanto. Nadie me habló", afirmó González.
Por ahora, la danza de nombres para el FdT no sorprende. Mientras el cristinismo apura a Fernández para que resigne sus aspiraciones a una reelección, el clamor CFK 2023 para que la vice revea su promesa de no ser candidata este año no termina de escalar. Daniel Scioli se autocalifica de precandidato, mientras Wado de Pedro se mueve como tal y Sergio Massa espera a mayo para ver si los números de la economía le permiten postularse. Ningún otro tapado se asoma por ahora.
Y
A cambio de la interna, el ala K jura que no compartirá postulantes. Busca competir contra boletas 100% albertistas. Rossi abrió el paraguas: pidió acordar reglas.
El ministro aseguró que la situación es "producto de la decisión unipersonal" del Presidente. "Sería bueno que la gente pudiera elegir cuál es el mejor candidato", dijo.