La capacidad de reciclarse que tiene Hugo Curto vuelve en los tiempos electorales. Con 24 años en el máximo cargo de Tres de Febrero, el dirigente metalúrgico se adjudica, al igual que Julio Pereyra (Florencio Varela) y Raúl Othacehé (Merlo), uno de los ciclos políticos más extensos en el conurbano bonaerense.
Pero la irrupción del Frente Renovador, que tiene a varios candidatos en sus filas, abre otro panorama para los comicios más importantes del último tiempo que concreta la continuidad, o no, de los caudillos que manejan municipios fuertes en el Gran Buenos Aires.
Uno de los dirigentes más respetados en el Peronismo bonaerense, hoy a cargo de otro intendente como Fernando Espinoza (La Matanza), sabe que en el distrito tiene que sobrellevar adversidades impuestas desde la oposición, a la que no considera de raíces justicialistas. Como describió Letra P, en ese esfuerzo de unir al partido, se reunió hasta con Hugo Moyano para acercar partes y, en reiteradas oportunidades, planteó que el diputado Sergio Massa “no es peronista”.
Cercado por comunas que responden a Tigre, resistió los coletazos de la derrota en 2013 y no duda un segundo en plantear su lealtad, como buen peronista, al Frente para la Victoria (FpV) que conduce la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Viene de la Ucedé”, planteaba molesto sobre el ex jefe de gabinete.
Aunque le advierte, tajante, a Letra P que “todavía no se hizo nada”, Curto entiende que debe avanzar en la campaña para no perder terreno como sucedió hace dos años cuando sus rivales dejaron en inconvenientes la estructura del justicialismo oficial. “Todavía falta”, insiste el intendente, que sabe de los problemas que tienen sus rivales.
La realidad del Frente Renovador es más que complicada en Tres de Febrero. Candidatos de todo tipo se presentan para adueñarse del impulso que da el armado opositor, aunque la estructura demuestra ciertas falencias que pueden ser claves para la campaña.
Marcela “Tigresa” Acuña, Gustavo Spalletti, Diego Achilli y Martín Jofré interpretan una compleja interna que polariza el escenario íntimo a pesar de que algunos armadores trabajan para el consenso, que por estas horas es lejano y posibilita tensiones en el espacio. “Hay varias encuestas, ahora irrumpió la Tigresa, veremos que pasa”, le explica Spalletti a este portal. “Si los números me dan voy a jugar las PASO”, reitera.
El periodista e historiador Diego Valenzuela, del PRO, es el que busca diferenciarse. Apoyado por la estructura de Mauricio Macri, ambiciona plasmar un proyecto alternativo al justicialista, hoy marcado por la histórica línea de Curto y, con sus matices, a la del FR. Luego de tener una aceitada relación con el ahora ultra massista Francisco de Narváez, quiere destronar al discípulo de Lorenzo Miguel aunque la fórmula no parece ser la mejor.
“No tiene llegada a las bases”, le explica a este portal un dirigente que conoce del distrito. Algo de esa afirmación se expone en lo que pregona todo el macrismo de la Primera.
Desde el Frente Amplio Unen (FAUnen), que todavía no puede instalar un referente sólido a nivel provincial para agosto, dos referentes sobresalen del resto y así plantarse como una alternativa “progresista”. El concejal Fernando Ramos, junto al titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Marcelo Locatti, pican en punta para disputar las PASO que aglutine al sector con mayor fuerza.