Luis Acuña se hartó. Visiblemente molesto, el intendente de Hurlingham, quien en los últimos días aclaró que busca pelear por seguir en el cargo, salió con los tapones de punta por la presión opositora que existe en el distrito.
En lo que fue otra actividad más de gestión, que se explicó la situación del Plan Integral de Seguridad municipal, no dudó en denunciar “operaciones burdas” en su contra cuando habló de la supuesta privatización del sistema de salud comunal.
“Últimamente se ha estado hablando de muy mala fe, pero la realidad es que el Municipio, al haber construido el Hospital Oftalmológico y Odontológico con recursos propios, es dueño de la parte gerencial de los mismos”, explicó Acuña.
Es que los problemas se multiplicaron desde que el concejal Juan Zabaleta (FpV), el hijo de Juanjo Álvarez (FR), y Lucas Delfino (PRO), quien está a punto de inaugurar su local central de campaña -algo que suma más incertidumbre al actual ejecutivo-, salieron a caminar las calles con propuestas diferentes a las del histórico del Conurbano, que busca resguardo.
“Lo único que se ha hecho desde el principio fue contratar a profesionales pertenecientes a dos empresas para que nos presten los servicios, que hasta el día de hoy han dado muchísimas satisfacciones a los pacientes y así se seguirá haciendo”, insistió el mandatario.
Hábil, para no quedar detrás de los tres pretendientes que marcan el termómetro electoral, decidió mostrarse generoso con los vecinos. Como anticipó Letra P, el 29 de noviembre prepara un importante sorteo en el Estado Municipal de la avenida Pedro Díaz.
De esa forma busca repeler la embestida opositora, sin olvidarse de la premisa mayor de los renovadores: seguridad. Al igual que a mediados de julio, intenta anticiparse a las jugadas con mayor impulso de tecnología.
Demostrar para gobernar
Mantener la esperanza de una nueva elección victoriosa es la premisa para sus armadores, es por eso que decide imitar cada acción digitada en nordelta. Con el ánimo caldeado, Acuña expuso lo que sus referentes marcan constantemente.
Entre las principales incorporaciones destacó nuevas cámaras y domos, que llegan a un total de 140 equipos en funcionamiento. El tendido de fibra óptica de más de 125 mil metros, que permitió la expansión de la red de comunicaciones, también provocó el orgullo del jefe comunal, sin olvidar la instalación de alarmas comunitarias en los distintos barrios, y la apertura de la Policía Local.
“Todos los días a toda hora, el Municipio cuenta con patrulleros y móviles que recorren las distintas zonas con el objetivo de brindarle bienestar a los vecinos”, sostuvo el director de Seguridad, Jorge Zapata.
La bronca del Intendente parece convertirse en un arma de doble filo para salir airoso de la fuerte disputa electoral que se viene. Los tiempos, y los números, demostrarán si tiene la fuerza para seguir en el cargo.