El vocero presidencial, Manuel Adorni, definió la ley ómnibus enviada por Javier Milei al Congreso como “el resumen de la visión” que el Gobierno tiene de la Argentina y advirtió que hay gente que "está dispuesta a poner palos en la rueda". “Nadie puede negar que Argentina atraviesa una situación de emergencia”, remarcó el funcionario.
“En este mes veremos quiénes son los que se oponen. Lo que ustedes deberán analizar es es qué intereses tienen (lo que se oponen) para que esto no cambie porque el espíritu de la ley es más libertad, más trabajo y más crecimiento de la economía”, dijo Adorni en conferencia de prensa.
Asimismo, reiteró que el Gobierno intenta “evitar el peor de los desenlaces” ya que tienen “indicadores que asustan en materia educativa, de seguridad, social y salud”. “Les recuerdo que estamos atravesando una situación donde seis de cada diez chicos son pobres y hay 5 millones de indigentes, de los cuales 1,3 millones son chicos”, agregó.
El periodista responsabilizó a "la herencia brutal" y recordó que el primer objetivo de la gestión “es evitar la catástrofe” y el segundo objetivo “es corregir este rumbo decadente”. “Queremos un estado que no nos digite la vida, que podamos decidir por nosotros mismos y que redunde en que la actividad económica vuelva a florecer en la República Argentina”, explicó.
Al ser consultado si la transferencia del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) al Tesoro que plantea el proyecto de ley se usaría para pagar deuda, el funcionario esquivó responder y adelantó que “cada una de las áreas va a ir dando explicaciones de todo lo que surja”. “Les van a dar respuestas a cada uno de esos temas”, insistió el funcionario.
En cuanto a las 41 empresas "sujetas a privatizaciones", Adorni aclaró que "no implica que se vayan a privatizar, no necesariamente" y recordó que hay empresas que primero “deben ponerse en valor y sanearse porque serían de imposible privatización tal como están”.
Además, el funcionario le pidió a quienes trabajen para esas empresas que estén "tranquilos": “Si son trabajadores que revisten esencialidad para lo que realizan, no veo por qué deberían perder ese trabajo”.