Las autoridades del estadio rechazaron una nueva versión periodística y reiteraron su compromiso con la preservación patrimonial del emblemático edificio.
El mítico Luna Park, propiedad de la Iglesia
Las autoridades del Luna Park volvieron a desmentir las versiones que señalan una supuesta demolición del histórico estadio porteño. En un nuevo comunicado oficial, reafirmaron su “compromiso con la historia, el valor simbólico y la preservación patrimonial” del espacio cultural declarado Monumento Histórico Nacional en 2007.
En el texto, los responsables del estadio expresaron que el Luna Park “merece —y tiene derecho— a recuperar el brillo que lo caracterizó durante tantas décadas de historia y encuentros memorables”. En esa línea, remarcaron que el proyecto presentado busca ofrecer experiencias superadoras y adaptadas a las nuevas demandas del público sin alterar su identidad ni su estructura protegida.
“Somos conscientes de que el contexto cultural actual presenta nuevos desafíos y de que el público valora cada vez más una experiencia integral y de calidad”, señalaron.
El pronunciamiento fue motivado por una nueva publicación periodística que volvió a instalar la posibilidad de una demolición del estadio. Desde la administración del Luna Park desmintieron esa información y reiteraron que “siempre se ha actuado —y se seguirá actuando— dentro del marco legal vigente”.
Tal como informó Letra P, el proyecto de renovación del estadio cuenta con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, y contempla la corrección de desajustes estructurales, la modernización de instalaciones y la adaptación del edificio a los estándares actuales de seguridad y confort.
El Luna Park fue declarado Monumento Histórico Nacional a través del Decreto N° 123/2007, lo que impide cualquier intervención que no esté autorizada por los organismos competentes. La iniciativa de remodelación no implica modificaciones estructurales que alteren su patrimonio ni su fisonomía emblemática.
“Esta nueva etapa permitirá enriquecer la vida cultural de la Ciudad de Buenos Aires y consolidar al estadio como un faro artístico en la región”, afirmaron en el comunicado, en respuesta a la alarma generada en algunos sectores.