A menos de 12 horas del arranque del segundo paro general de la CGT contra el gobierno de Javier Milei, la Casa Rosada avisa que pondrá en marcha el protocolo antipiquetes para evitar cualquier posible manifestación en rechazo de la ley ómnibus XS en la zona del Congreso, mientras deja abierta la posibilidad de volver a convocar a los líderes sindicales después de la jornada de protesta. "Primero vamos a ver cómo se portan", puso como condición un funcionario de trato cotidiano con el Presidente.
Si bien el oficialismo sostiene que el enfrentamiento con los sindicatos lo beneficia en términos políticos, porque lo ayuda a retomar la agenda pública a la vez que le permite diferenciarse de un sector político desprestigiado en las encuestas, no corta de cuajo el dialogo con el gremialismo.
Una nueva reunión entre el Gobierno y la CGT, que ya se llevó a cabo en otras oportunidades con el ministro de Interior, Guillermo Francos, como interlocutor, estará supeditada al nivel de adhesión a la medida de fuerza que se verá este jueves en las calles.
El oficialismo intentará este jueves mostrar que una porción relevante de la sociedad que acompaña al Presidente no convalida un nuevo paro a cinco meses de iniciada la gestión. Y hará foco en los números: en el ministerio de Economía, de Toto Caputo, calcular que medida de fuerza generará pérdidas estimadas por 520 millones de dólares.
El Gobierno contra la CGT
El enfrentamiento quedó expuesto este miércoles en la habitual conferencia de prensa de Manuel Adorni, en la que el vocero definió a la central obrera como "los fundamentalistas del atraso". "En cuatro meses hubo dos paros de la CGT. A quienes piensan extorsionar a los argentinos, les informamos que sólo se van a ganar el odio de los argentinos", sostuvo el funcionario.
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En una línea similar se manifestó el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, minutos después de pasar por la Casa Rosada. El dirigente riojano calificó a la gestión anterior como "nefasta" y sostuvo que la sociedad debería ser más contemplativa a la hora de juzgar las decisiones tomadas por el gobierno de Milei: "Van 4 meses y medio, hay que ser más pacientes. Torcer una inercia empobrecedora no es fácil".
Un protocolo ajustado al debate de la ley ómnibus
Pese a que no está previsto que el paro sindical contenga movilizaciones, tal como fue la marcha cegetista al Palacio de Tribunales para oponerse al DNU 70/2023 de diciembre, el Ministerio de Seguridad desplegará de todos modos un operativo de prevención en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires y en los alrededores del Congreso.
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Según detallaron en el área que conduce Bullrich, no quieren encontrarse con ninguna sorpresa de los sindicatos más opositores al gobierno, sobre todo porque en esa misma jornada se estará desarrollando en el Senado el tercer día de debate en comisiones de la ley ómnibus XS y el paquete fiscal. De hecho, el oficialismo tiene en agenda lograr un dictamen para llevar los proyectos al recinto el próximo jueves 16, tan sólo nueve días antes de la fecha prevista para la firma del Pacto de Mayo. "Por las dudas vamos a montar todo el operativo igual", comentó a Letra P uno de los funcionarios que trabaja con la ministra.
Después de la puesta en marcha de este nuevo operativo, la propia Bullrich deslizó este miércoles que el gobierno de Axel Kicillof también estudia adherir al protocolo antipiquetes que la Nación ya viene aplicando junto a distintas jurisdicciones, sobre todo en el territorio porteño administrado por Jorge Macri.
