Corral de Bustos, la ciudad ubicada en el extremo sudeste de la Provincia de Córdoba, abrirá este domingo un continuado de elecciones municipales que tendrán su pico de máxima tensión el 25 de junio, cuando el electorado cordobés tenga que elegir al gobernador que sucederá a Juan Schiaretti.
El oficialismo espera mostrar una victoria que empiece a contrarrestar el triunfalismo opositor que, adelantándose al calendario general, ya celebró, provincializó e intentó nacionalizar las contiendas en Marcos Juárez, en 2022; y La Falda, Hernando y General Cabrera, entre marzo y abril de este año.
Persiguiendo este objetivo, el oficialismo corralense apuesta a una fórmula que ya se presenta como una marca registrada de los armados schiarettistas y que se profundizó con la oficialización de las listas que acompañarán a Martín Llaryora en su carrera a la gobernación: la versión cordobesista de la transversalidad.
El intendente Roberto Pacheco está impedido de volver a presentarse en razón de lo establecido por la Carta Orgánica municipal. Apuesta a la continuidad política de su gestión a partir de la candidatura de Santiago Giovagnoli, quien actualmente ocupa la presidencia del Concejo Deliberante.
Oficialmente inscripta como una alianza entre la Unión Vecinal y el Partido Justicialista, la fuerza a partir de la cual el oficialismo buscará extender su poderío lleva el nombre de Más Corral. En ella confluye un grupo dirigencial que se suma a partir de su pertenencia a diferentes instituciones que forman parte de la vida social de Corral de Bustos.
La oposición advierte que el movimiento busca “esconder” la verdadera identidad partidaria del frente oficialista, al que relaciona con el kirchnerismo y el peronismo cordobés, en partes iguales. En rigor de verdad, el intendente Pacheco es uno de los jefes comunales que acompañó todo el proceso de construcción que encabezó el villamariense Martín Gill, el exsecretario de Obras Públicas de la Nación que confluye electoralmente con el llaryorismo.
En Más Corral advierten que se privilegió un armado plural que puso el foco en lo local, razón a partir de la cual justifican el desdoblamiento electoral. Incluso, reconocen que “es posible” que parte de la lista del oficialismo se incline por Luis Juez en la disputa provincial.
Para el candidato de Juntos por el Cambio “eso es un lavada de cara”. “Quiero ver qué van a votar después de las elecciones provinciales, si van a ir con Schiaretti o van a apoyar lo que decida el dedo de Cristina (Fernández de Kirchner)”, dice José María Odarda, el dirigente radical que buscará revancha luego de perder con Pacheco la elección de 2019.
En esos discursos que provincializan y nacionalizan la compulsa también se descubre otra de las tonalidades proselitistas. Mientras el cambiemismo recibió a la mayoría de sus referentes provinciales y departamentales durante la campaña, en el oficialismo prefirieron concentrarse en la construcción colectiva que identifique las identidades locales.
Así, ponen el ojo sobre la continuidad del proceso iniciado por Pacheco en 2015, mientras que la oposición lleva una agenda universal que pone sobre el tapete los problemas de inseguridad, transparencia y la falta de viviendas. Todo se ancla en problemáticas locales y se apoya en iniciativas que arrojan soluciones desde gobiernos radicales y vecinalistas desparramados por el interior provincial.
La novedad
Las más de 8.700 personas habilitadas para ir a las urnas en Corral Bustos votarán por primera vez con una versión local de la Boleta Única de Sufragio, que desde 2011 se utiliza a nivel provincial. En la contienda, una lista libertaria se sumará a la oferta polarizada que expone al cordobesismo y a JxC.
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Carlos Rodríguez, trabajador de una empresa de transporte, será el candidato que a nivel provincial recoge el apoyo de Agustín Spaccesi, el candidato a gobernador por La Libertad Avanza que esta semana viajó al sudeste brindarle su apoyo.
La aspiración libertaria es lograr un piso de votos que le permita iniciar un ciclo de crecimiento en el interior y, de ser posible, arañar un espacio en el Concejo Deliberante, que hoy se conforma con cuatro representantes de Hacemos por Córdoba y tres de JxC.
Mientras que en el oficialismo entienden que resulta “lógico” el surgimiento de una opción libertaria en un territorio “proclive a las ideas de centroderecha”, en las filas opositoras dudan del origen real del armado que intenta terciar en la disputa.
¿Se trata de una lista fomentada por el oficialismo para dividir el voto opositor? “El domingo a las siete de la tarde veo de donde salieron los votos y te confirmo”, deslizan en el cambiemismo.