Al rechazo de la invitación del presidente Alberto Fernández para celebrar la Copa del Mundo en la Casa Rosada, el jefe de la AFA, Claudio Tapia, sumó un tuit incendiario en el que descargó su bronca sobre los tres gobiernos (Nación, provincia y Ciudad de Buenos Aires) encargados del operativo de custodia del micro que trasladaba al plantel campeón del mundo. "No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco", escribió el dirigente a las 15:53. Dieciocho minutos después, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, salió a dar explicaciones: "Era imposible", argumentó. En una secuencia digital frenética, 11 minutos más tarde, el Chiqui salvó al gobierno bonaerense y a su ministro de Seguridad, Sergio Berni. Como no podía faltar, al rato salió Aníbal Fernández a reivindicar "la vuelta olímpica aérea" que dieron los campeones en las naves de la Gendarmería y la Prefectura.
"No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco. Los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban no nos permiten avanzar", se quejó Tapia cuando el bus descapotado de la Selección avanzaba con mucha dificultad por la autopista 25 de Mayo y se disponía el operativo con helicópteros para el sobrevuelo de los ídolos por toda la zona desbordada por cuatro millones de simpatizantes.
"Mil disculpas en nombre de todos los jugadores Campeones. Una pena", agregó Tapia y cerró el posteo con un emoji de enojo.
Como había informado Letra P, los organismos de seguridad habían diagramado un operativo de evacuación para sacar a los jugadores del micro y llevárselos por aire si las autopistas terminaban de colapsar. Cerca de las 16, el plan fue activado y el plantel albiceleste y el cuerpo técnico sobrevolaron la movilización histórica.
En un tuit que publicó a las 16:11, Cerruti argumentó que "se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular" y pidió: "Sigamos celebrando en paz y mostrándoles nuestro amor y admiración".
El intercambio epistolar digital no terminó en el primer tuit de Tapia y la respuesta de la Casa Rosada. Minutos después de las explicaciones de Cerruti, el Chiqui, como quirúrgico conocedor de los vericuetos de la interna oficialista, salió a salvar a Berni, duramente enfrentado con el Presidente, de las críticas que parecían destinadas a todos los gobiernos intervinientes en el operativo de seguridad.
"Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino", escribió, omitiendo que, durante el último tramo terrestre, el micro de la Selección había entrado a jurisdicción porteña y era custodiado por la Policía Federal, a cargo del ministro nacional Aníbal Fernández.
Como viene contando Letra P y detalló este martes Agustín Colombo, la relación del Gobierno con Tapia había es de tensión y recelo. Por eso, desde la conquista argentina de la Copa América y ahora con la consagración en el Mundial de Qatar, el jefe del fútbol nacional disfruta de una revancha política que se tradujo en el desplante que, al menos hasta el cierre de esta nota, le hizo a la administración del Frente de Todos al negarse a sumar a la Casa Rosada como una de las paradas del festejo popular más impresionante que registra la historia argentina.
La vuelta olímpica de la Fuerza Aníbal
Hubo más: a las 16:49 llegó la reacción del que no podía faltar en ese lío. Sin responderle a Tapia en forma directa, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández -también en malos términos con Berni-, usó la misma red social para reivindicar la "vuelta olímpica aérea" que dieron los campeones del mundo en helicópteros de fuerzas federales a su cargo.
"Un festejo histórico con 5 millones de argentinos en la calle, después de horas de caravana sin avanzar más que pocos kms, la Selección llevó la Copa al cielo y dio una vuelta olímpica aérea en naves de PFA y Prefectura para ver desde allí el inmenso agradecimiento del pueblo", escribió el funcionario nacional y acompañó el posteo con un video de la multitud registrado desde una de esas naves.
Al cierre de esta nota, no había más, pero es lícito suponer que la controversia sumaría nuevos capítulos en lo que quedaba de una jornada histórica a la que no podía faltarle una grieta.
