Hebe de Bonafini falleció este domingo a los 93 años, en la ciudad de La Plata. Fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, figura relevante de la historia universal de la lucha por los derechos humanos, que dedicó su vida a buscar a sus hijos Jorge Omar y Raúl Alfredo desaparecidos por la última dictadura cívico-militar. Su nombre -Hebe, a secas- está asociado a "una de las marcas más honorables de la Argentina en el mundo", como escribió Marcelo Falak en un texto conmovedor que acompaña esta noticia. "Puso luz en medio de la oscuro noche" del régimen genocida, como resumió el presidente Alberto Fernández., que decretó tres días de duelo nacional.
A través de un comunicado, Alejandra, su hija, confirmó que Hebe de Bonafini falleció a las 9.20 de la mañana. "Son momentos muy difíciles y de profunda tristeza", aseguró y confirmó que a partir de este lunes la familia comunicará "cuáles serán los espacios para los homenajes y recordatorios".
"Agradecemos enormemente las demostraciones de amor, acompañamiento y preocupación que en estos días de internación en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata, como en toda su trayectoria militante, ha recibido mi madre", aseguró.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la primera figura nacional en reaccionar a la noticia a través de su cuenta de Twitter. "Queridísima Hebe, Madre de Plaza de Mayo, símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos, orgullo de la Argentina. Dios te llamó el día de la Soberanía Nacional… no debe ser casualidad. Simplemente gracias y hasta siempre", publicó la exmandataria.
La Presidencia de la Nación emitió un comunicado en el que informó que el jefe de Estado decretó tres días de duelo nacional. "El gobierno y el pueblo argentino reconocemos en ella un símbolo internacional de la búsqueda de memoria, verdad y justicia por los treinta mil desaparecidos", agregó.
A partir de la desaparición forzada de su hijo mayor, Jorge Omar, el 8 de febrero de 1977; de su segundo hijo varón, Raúl Alfredo, el 6 de diciembre del mismo año, y de su nuera María Elena Bugnone Cepeda, el 25 de mayo de 1978, Hebe de Bonafini entregó su vida a exigir sus apariciones con vida y fue una de las primeras y más importantes referentes en levantar las históricas banderas de Memoria, Verdad y Justicia en contra de la última dictadura cívico-militar.
A partir de ese momento que marcó y transformó su vida para siempre, la mujer que nació como Hebe María Pastor el 4 de diciembre de 1928 en Ensenada fue una militante política activa por los derechos humanos y trascendió las fronteras argentinas para convertirse en referente global de la resistencia contra los autoritarismos. Su pañuelo blanco es un símbolo universal.
Durante los últimos años abrazó al kirchnerismo a partir de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia implementadas en 2003 por el entonces presidente Néstor Kirchner, que impulsó la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia de vida y puso en marcha los juicios de la Verdad para el juzgamiento, sin tribunales especiales, de todos los responsables de los crímenes de lesa humanidad, un proceso modelo a nivel mundial.
Forjó, también, un vínculo estrecho con Cristina Fernández de Kirchner en base a la memoria por las 30 mil personas detenidas y desaparecidas por la dictadura.
