En la temporada estival, Horacio Rodríguez Larreta aplica la misma lógica que Alberto Fernández a nivel nacional: luz verde para vacaciones y "escapadas", pero a tiro de teléfono y dentro de las fronteras de la República Argentina. Este último punto linda la obviedad producto de la crisis por coronavirus y la segunda ola que afecta a destinos turísticos habituales para la dirigencia política local, pero es parte del pedido de ambos gobernantes a sus equipos.
El Presidente lo aclaró en la cena de fin de año que organizó en Olivos el 23 de diciembre, mientras que Rodríguez Larreta lo deslizó en un encuentro con su gabinete de ministras y ministros. Sin embargo, también se explayó en privado con algunos funcionarios y él mismo adelantó que marcaría el camino: el 1 de enero viajó hacia Cariló junto a sus dos hijas y permanecerá allí hasta este miércoles. Tenía previsto reunirse con el intendente de Pinamar, Martín Yeza, pero el encuentro se pospuso. "Plan familiar", admiten en el entorno del alcalde porteño.
No obstante, estuvo pegado al teléfono siguiendo las repercusiones de una nueva batalla con la Casa Rosada. Ahora, por la ley que fija en $24.500 millones el monto del traspaso de la Policía Federal, que se aprobó en ambas cámaras y por la que el PRO recurrirá nuevamente a la Corte. A esta altura, no hay negociación posible y la pelea seguirá en tribunales.
Rodríguez Larreta les pidió a los y las integrantes de su gabinete que "descansen", pero el mensaje también incluía un pedido de no alejarse demasiado del territorio porteño producto de la crisis sanitaria. Bajo esa lógica, varios funcionarios de primera línea de la Ciudad descansan en quintas de la provincia de Buenos Aires. Otros ya deambulan por la Costa Atlántica.
Tradicionalmente, buena parte del PRO viaja hacia Punta del Este para pasar las fiestas y celebrar Año Nuevo. Todos los veranos se organizan tertulias playeras que cruzan al empresariado y a figuras de la política, tanto de Juntos por el Cambio como del peronismo. Con la decisión del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, de cerrar las fronteras, los turistas del establishment vernáculo debieron reperfilar sus destinos. Durante su presidencia, Mauricio Macri dejó de visitar la ciudad uruguaya y se trasladó al sur argentino. Ahora, fuera de la Casa Rosada, repitió agenda y comenzó 2021 en Villa La Angostura, donde, de no mediar imprevistos, se quedará hasta fines de enero.
