De lleno en la estrategia de híper polarización con el kirchnerismo en su intentona de la reelección, el presidente Mauricio Macri se enfocó en esta oportunidad en la política ferroviaria. En otro acto en compañía de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el jefe de Estado anunció la reapertura de un taller ferroviario en la localidad platense de Tolosa y no tardó en arremeter contra “el mal uso de los recursos públicos” de la pasada gestión en este aspecto.
Allí, hizo foco inmediato en la tragedia de Once (al igual que Vidal), explotando a pleno la presencia de María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, muerto en esa tragedia ferroviaria ocurrida en 2012. "Han sufrido en carne propia el mal ejercicio del poder, porque habiendo hecho esto antes, ninguno de ellos hubiese pasado por la tragedia que pasaron”, enfatizó Macri, quien también se encargó de subrayar que “hace 40 años que no se invertía en seguridad en trenes de pasajeros del área metropolitana”.
Melancólico de la inversión ferroviaria realizada hace cuatro décadas, en plena dictadura cívico-militar, Macri no dudó: “Hace 40 años fue la última vez que se invirtió pensando en la gente”. E insistió en esa línea: "Uno se pone a pensar ¿qué pasó? ¿Por qué durante estos 40 años todos aquellos que nos precedieron en el ejercicio del poder no se ocuparon, no lo hicieron? ¿No supieron, no quisieron? ¿Es porque no se veía? Claro, uno cuando se sube a un tren no sabe a qué está subiendo y cómo”.
En esa línea, sostuvo: “Nosotros, en tres años y medio, pusimos el ferrocarril Roca en plenitud, con frenos automáticos y para dentro de unos pocos meses esperamos que todos los trenes del área metropolitana tengan los mismos mecanismos de seguridad”.
Volviendo a arremeter contra la etapa kirchnerista, deslizó: "Después de tantos años que se nos han prometido tantas cosas y que nada pasaba, habíamos empezado a resignarnos, a creer que en la provincia de Buenos Aires se viajaba así, que no había otra manera de viajar en un tren, sin frenos automáticos, sin las seguridades del caso”.
Y añadió: “A partir de la peor tragedia, se lanzaron a comprar un montón de cosas, sin tener en claro cómo, para qué, cómo hacerlas funcionar, cómo repararlas, como mantenerlas y no era así. Las cosas hay que planificarlas, estudiarlas, como estamos haciendo ahora, que tenemos proyectos que terminan en cuatro años, otros a ocho, otros a 12”.
De esta manera, al tildar las actuales políticas en la materia como “la revolución de los trenes”, Macri subrayó: “Esto es más profundo que pasar de un freno de mano a uno automático, es pasar de la desidia a la acción, es pasar del abandono al hacer todos los días para construir una nueva realidad, es pasar de la corrupción a la transparencia".
