Por qué se levantó y bajó en horas la restricción a la carne vacuna con hueso en la región. Interna, desmadre y lobby en el Senasa. Quién prendió la mecha.
Barrera sanitaria en la Patagonia: quién es el funcionario apuntado por el blooper del gobierno de Milei
El gobierno de Javier Milei protagonizó otro blooper esta semana. En cuestión de horas, entre lunes y martes, levantó y volvió a bajar la barrera sanitaria al sur del río Colorado en la Patagonia para ingresar carne con o sin hueso desde zonas libres de fiebre aftosa con vacunación hacia la zona donde no se aplica.
El retroceso libertario fue adjudicado a las protestas de los gobernadores de la región, con la excepción del pampeano Sergio Ziliotto, al frente de una provincia que históricamente puja por levantar las citadas restricciones.
Ignacio Torres (Chubut) y Alberto Weretilneck(Río Negro) salieron a cuestionar la medida por inconsulta ni bien se conoció la resolución 180/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que disparó la controversia. Rolando Figueroa(Neuquén) aprovechó una reunión en Buenos Aires con el ministro Toto Caputo para sacarle la suspensión de la medida por 90 días y la convocatoria a una mesa de negociación.
Al margen de la polémica generada en términos sanitarios, el frenazo fue adjudicado a llamados volcánicos de la Casa Rosada al Senasa por una medida extemporánea que ponía en crisis la relación con mandatarios cuyas espadas legislativas tenían que validar con su voto el miércoles en la Cámara de Diputados el DNU del Presidente para aprobar la negociación por la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si esa fue una explicación de la marcha atrás, el origen de la resolución 180 que levantó la barrera sanitaria estuvo en el Senasa y tiene nombre y apellido.
Como contó semana atrás este medio, la disputa sorda entre los ministros Toto Caputo y Federico Sturzenegger paraliza al organsmo destinado a garantizar la calidad agroalimentaria. El presidente del Senasa, Pablo Cortese, ingeniero agrónomo con 30 años en el organigrama, está cuestionado internamente por María Eugenia Barbieri, una funcionaria de carrera que empoderó el alfil de Toto Caputo Juan Pazo, ahora titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
Barbieri está a cargo de la Unidad de Gerenciamiento Ejecutivo y maneja la administración de la caja y del personal del organismo descentralizado. Cortese resiste con el apoyo del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que está buscando cambiar la lógica del organismo. “Quiere migrar el sistema a la fiscalización. Por ejemplo, que el Senasa no tenga técnicos dentro de los frigoríficos u otros establecimientos”, dicen en el organismo.
Del lado de Barbieri está Jorge Grant, director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria. Es el funcionario que fiscaliza a los frigoríficos. En el Senasa muchas voces lo apuntan desde hace meses en voz baja por posibles “conflictos de intereses y posibles negocios” y esta semana lo sindican como el responsable de apurar el levantamento de la barrera sanitaria. Sin medir el contexto político. Médico veterinario de profesión, por su rol en el organismo Grant tiene trato directo con quienes pueden ganar o perder si cambia el estatus sanitario.
El descalabro que generó la medida motorizada por Grant, según las versiones que surgen de las entrañas del Senasa, provocó desprolijidades de proporciones. No se trató de un plan organizado, a pesar de que la posibilidad de levantar la barrera era una alternativa que se vená meneando desde hace meses. El enchastre más notorio está inmortalizado en la resolución 186 que abrió el impasse de 90 días y que excluye a La Pampa de la región, que la provincia integra desde 1985 a partir de la vigencia de ley 23.272.
Todo sucede mientras se achica el Senasa, en el contexto del ajuste general de la estructura estatal que busca el Gobierno. "Los veterinarios se van porque el sueldo quedó muy bajo, no hay viáticos, ni nafta para las camionetas”, explicó un trabajador a este medio.
La disputa en Senasa incluye operaciones cruzadas livianas. Se filtró que Cortese vacacionó en Europa 20 días mientras Javier Milei había reclamado que nadie se mostrara descansando fuera del país. Del otro lado, a Barbieri la acusan de vínculos con el kirchnerismo, que no está nombrada oficialmente, solo tiene la firma y no es profesional del área.