Desde que renunció a la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni decidió dedicar su tiempo a dar clases en las universidades del conurbano bonaerense, cuya creación apoyó desde el primer momento.
Precisamente en la universidad nacional de José C. Paz estaba cuando se enteró de su nombramiento como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Zaffaroni, que estaba dando una clase de derecho penal al recibir la noticia reaccionó fiel a su estilo. Interrumpió un minuto la charla para atender a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que lo llamó en el momento para felicitarlo, agradeció, cortó la llamada y propuso: “Bueno, volvamos a lo nuestro”. Lejos del divismo, continuó con la clase.