El Gobierno va contra las prepagas que ganaron con el DNU desregulador. La paciencia social, el argumento para volver atrás. Medidas y planteos judiciales.
Prepagas y prestadoras en la era Javier Milei
El límite de la paciencia social por el ajuste y los aumentos desmedidos hicieron que el presidente Javier Milei sacrificara su credo ultraliberal en el altar de las encuestas. Fue el argumento clave para que la administración libertaria vaya contra las prepagas a las que hace cuatro meses benefició con el DNU desregulador.
Fuentes oficiales consultadas por Letra P dijeron que la decisión gubernamental de ir contra las empresas privadas de medicina, obligándolas a retrotraer a diciembre el valor de las cuotas de los servicios de salud y ajustarlas por inflación, se adoptó tras conocerse un informe sobre la “reacción social” frente al ajuste y un estudio que aseguró que pagar una prepaga demanda el 32% del salario formal promedio.
Las empresas de medicina privada también atribuyen el embate contra el sector a “encuestas” de opinión pública que subrayan una caída de la imagen de Milei. “No hay otra explicación, pero esta medida administrativa traerá consecuencias y puede significar el fin del sistema”, advirtió una fuente de las compañías prepagas consultada por este medio.
La administración libertaria apunta contra Swiss Medical, cuyo dueño es Claudio Belocopitt, y otras empresas principales del sector: Galeno, Hospital Británico, Hospital Alemán, Medifé, Omint y Osde. También puso el foco en la Unión Argentina de Salud (UAS), hasta este martes presidida por Belocopitt.
Empujada por las encuestas que revelan una caída de la imagen presidencial, la decisión gubernamental de ir contra las prepagas implica un cambio de rumbo en el discurso libertario a ultranza de Milei, quien evita toda medida que se interprete como intervencionismo del Estado.
El Presidente ya había exteriorizado su malestar por los incrementos de las cuotas de las empresas de medicina privada. “Se pasaron de rosca con los aumentos”, advirtió. El ministro de Economía, Toto Caputo, también acusó a las firmas de “declararle la guerra a la clase media”.
Más allá de la medida de tutela anticipada que dictó la Secretaría de Comercio, para reajustar los valores de las cuotas de los planes de salud según la inflación, la Superintendencia de Servicios de la Salud (SSS) hizo una presentación cautelar ante el Juzgado 9 de la Cámara Federal Civil y Comercial, a cargo de Mercedes Maquieira, a fin de que las prepagas devuelvan parte de lo que cobraron desde diciembre.
“No se trata de una intervención del mercado sino justamente lo contrario: una acción que lleva adelante la Superintendencia en su rol de fiscalizador para que se transparenten los indicadores y se garantice la libre competencia”, diferenciaron fuentes del organismo cuyo gerente general es Gabriel Oriolo, exejecutivo de OSDE.
La medicina prepaga representa el 15% del sistema de salud de Argentina. Del universo de prepagas, solo diez concentran el 90% de los 6.000.000 personas afiliadas. Las cinco grandes son: Osde, 2.170.000 (34.8%), Swiss Medical, 1.030.000 (15.8%), Galeno, 770.000 (11.9%), Sancor Salud, 460.000 (7.3%) y Omint, 330.000 (5.1%).
En números: entre enero y abril, la cuota promedio de las empresas de medicina prepaga aumentaron 158 %, más del doble de lo que marcó la mega inflación que provocó la administración libertaria.
En todo 2023, la medicina prepaga aumentó 135,7 %, por eso Belocopitt aseguraba -antes de la decisión gubernamental- que las cuotas tenían que seguir subiendo porque estaban "desactualizadas".
En el arranque de la era libertaria, el 10 % de afiliados no pudo pagar la cuota y muchos ya iniciaron acciones judiciales.