Enero fue el segundo acto del fogonazo inflacionario del gobierno de Javier Milei. El índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 20,6%, más bajo que diciembre, aún alto, con fuerte arrastre de la megadevaluación incluida en el Caputazo y un componente recesivo: los salarios pierden poder adquisitivo y no convalidan precios altos. El Ministerio de Economía le bajó el tono a los efectos del salto cambiario y apuntó al "sinceramiento" de costos. Cada gobierno con su relato.
Detrás de la desaceleración -precedida por la estampida de diciembre, que puso el techo fundacional por el cielo-, está la caída de los salarios, indicaron analistas consultados por Letra P: comercios que ceden ganancias asumiendo mayores costos sin traslado a precios para evitar baja de ventas y pérdida de clientes; valores que primero saltaron y luego cayeron por la falta de convalidación del público consumidor.
El impacto -passthrough- fue del 38% hasta enero, comentó a este medio Melisa Sala, economista jefe de LCG. Es un valor comparable al salto cambiario de septiembre de 2018 del entonces gobierno de Mauricio Macri, aunque con la ventaja de que "ahora hay alguna corrección de precios regulados que incide sobre la inflación y que no responden al efecto de la devaluación", indicó la especialista.
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Para María Castiglioni y Camilio Tiscornia, de C&T Consultores, el arrastre estadístico fue clave. "El grueso de los aumentos de precios de diciembre se dio en la tercera semana, con la suba del tipo de cambio oficial que implementó el nuevo gobierno. Los datos semanales de enero mostraron movimientos significativamente menores", explicaron.
Cerca del ministro de Economía, Toto Caputo, reconocieron que enero tiene implícito un fuerte empuje del mes anterior, pero desviaron la causa: aseguraron que el impulso derivó de la sobreoferta monetaria y "el sinceramiento de precios relativos en la primera semana de la administración actual".
Para el director de EpyCa Consultores, Martín Kalos, la liberación de precios retenidos es uno de los factores, pero no el único. "La decisión de devaluar es política y es del actual gobierno", señaló. "La clave es ver qué pasa en los próximos meses. Nada garantiza que la desaceleración continúe teniendo en cuenta que entre marzo y abril Milei debería lanzar la segunda parte de su plan económico", advirtió.
El fogonazo de Javier Milei, en actos
Diciembre fue el primer acto. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) predijo un 17,1% para el último mes del año y los efectos del salto cambiario del 118%, el más alto de la historia, casi duplicaron el índice mensual, que terminó en 25,5%.
Enero es el segundo acto: rubros como Transporte (26,3%) están vinculados al impulso del dólar por el aumento de los combustibles, un bien con precios dolarizados. Lo mismo sucede con Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%), con componentes importados para su comercialización, como envases de cartón y plástico.
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El rubro que más impulsó el primer índice del año fue el de Bienes y servicios varios, con un 44,4% de aumento. Es un sector heterogéneo que incluye desde cuidado personal, como gastos de peluquería; el consumo de cigarrillos, toda clase de seguros personales, el cuidado de personas mayores y servicios financieros y el mantenimiento de una cuenta bancaria, entre otros.
En los próximos dos meses, se sentirá más el efecto de las desregulaciones. Se esperan mayores ajustes en tarifas de servicios públicos por la quita de subsidios; del transporte, que tuvo su primer adelanto a principios de febrero al igual que las prepagas y las naftas por el descongelamiento del impuesto a los combustibles.
"En mayo/junio debería aplicarse la actualización correspondiente al primer trimestre de 2024, que incidiría en un nuevo incremento de la nafta cercano al 20%. Todo ello, con independencia de la suba de la nafta por los vaivenes del dólar y del precio internacional", indicaron especialistas del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). También quedan incrementos estacionales: colegios privados, que subirán sus cuotas en marzo, y los artículos realcionados como librería y uniformes colegiales.
