El gobernador acelera y le disputa a la Nación la propiedad de yacimientos, pero choca con una fuerte resistencia ambiental. El plan de Horacio Marín.
El proyecto minero de Ignacio Torres para Chubut
En busca de recursos genuinos, el gobernador de Chubut lanzó el regreso de la minería de uranio en la provincia. Para lograr la compleja “licencia social” que habilite la explotación de los yacimientos en la meseta, Ignacio Torres aceita los engranajes de su relación con la administración nacional, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la petrolera YPF.
“Tenemos recursos uraníferos en un momento único en que la revolución tecnológica mundial generó una demanda exponencial de la industria electrointensiva; tenemos el compromiso de ser una provincia seria para no tropezar otra vez con la misma piedra”, dijo Torres durante la cumbre Energía Chubut 2050 – Tierra de Futuro.
"La Constitución es clara, los recursos naturales son de las provincias", sostuvo el mandatario chubutense. La frase es un mensaje a la Casa Rosada. Torres le reclama a la Nación el dominio de varios yacimientos de uranio que continúan en manos de la administración central.
El gobernador estudia alternativas para compensar el declino de la producción petrolera convencional de su provincia. En la Patagonia existen 14 proyectos de explotación de uranio, ocho están en Chubut.
Torres busca apoyo político y consenso social para extraer el uranio. En este trajín, le pidió ayuda al presidente de YPF, Horacio Marín.
Fuentes de la petrolera estatal dejaron transcender, extraoficialmente, que Marín piensa crear una “YPF Nuclear agregue valor al uranio que se extraiga en Chubut”.
Los tiempos de la petrolera no son los del gobernador. Marín contempla el desarrollo de YPF Nuclear hacia 2030.
En el encuentro empresarial que organizó Torres, la elección de los disertantes de la mesa sobre “Desarrollo responsable de recursos naturales”, con subtítulos como uranio y el uso del agua, no fue al azar. Más bien constituyó una puesta en escena política de los intereses cruzados que se deben consensuar para llegar a explotar los yacimientos conocidos en la provincia.
Estuvo Germán Guido Lavalle, presidente de la CNEA, el organismo que tiene el dominio de los yacimientos uraníferos más importantes y al que el gobierno de Chubut ya le reclamó que le devuelvan la potestad sobre estas tierras. Todavía no recibió una respuesta definitiva.
“Continúan los intercambios”, dijeron a Letra P fuentes de la CNEA y anticiparon que la Secretaría de Minería está preparando una licitación internacional y tienen ofertas concretas de capitales australianos, estadounidenses y chinos.
Lavalle dijo que la CNEA realizó la exploración y las perforaciones para probar las reservas de uranio. “Tenemos los derechos mineros al igual que otros jugadores privados”, planteó e insistió en la necesidad de generar “regulación y control, comunicación y diálogo, en Chubut ya hubo minería de uranio”.
El funcionario también reclamó "regulaciones provinciales para que la minería ocurra". Este es el punto crucial, que parece infranqueable por ahora: la ley ambiental provincial, conocida como 5001, prohíbe la minería a cielo abierto y la utilización de cianuro en los procesos de producción minera.
El antecesor de Torres, Mariano Arcioni promulgó una ley a favor de la minería y generó una revuelta social que terminó con la Casa de Gobierno en llamas.
El secretario de Minería, Luis Lucero, también participó del encuentro de Energía y aseguró que “se puede decir que con Chubut somos socios en el sentido amplio”.
“Hay que seguir explorando. Falta un tiempo para la explotación. A plena luz del día, instalar la discusión es un paso enorme, así se busca la licencia social, están haciendo bien el trabajo y cuenta con la Nación”, anticipó Lucero y repitió lo que dijo Javier Milei sobre el tema: “El mineral en el subsuelo no sirve de nada, hay que explorar, invertir, explotar y exportar”. El consenso es que para llegar a la explotación de uranio faltan más de cinco años.
El ceo y fundador de la empresa UrAmérica, de capitales británicos, que tiene dominio del proyecto “Meseta Central”, Omar Adra afirmó que su empresa utilizará la técnica "In Situ Recovery" (ISR)”, que, básicamente, implica inyectar una solución líquida mediante una perforación hacia el interior del reservorio y, por bombeo, recuperar el líquido sin uranio. Esto no genera las excavaciones enormes que produce la minería a cielo abierto.
“El uranio de Chubut posee un potencial comparable al del petróleo", dijo Adra. El empresario, que llegó hace 18 años a Chubut con el proyecto de uranio, advirtió que el agua que se utilizará para extraer el mineral “está confinada y sin conexión con ríos de la región".
El yacimiento principal de UrAmérica está pegado a Cerro Solo, el más grande la región y que es propiedad de la CNEA.
Otro disertante del encuentro Energía Chubut 2050, fue Pablo Marcet, representante de Piche Resources S.A. Esta empresa, que identificó al uranio como parte del "trípode" (litio, cobre, uranio) que impulsará la minería, comparó el potencial de la Patagonia con Kazajistán.
Piche Resources tiene derechos sobre yacimientos como Cerro La Parva y Pampas de Agua de Toro, entre otros.
“El norte de la Patagonia es similar a Kazajistán, en 2050 podemos ser eso y hacerlo más eficiente que la experiencia soviética. La escasez de agua no es una limitante, sólo falta inversión”, dijo Marcet.
El titular de YPF cumplió con el apoyo al gobernador Torres: “Estamos trabajando con Chubut porque hay una mina de uranio", reveló.
"Colaboramos con la provincia y la CNEA para aportar la parte empresarial privada y la eficiencia, para que haya licencia social. En caso de que haya éxito en los reactores modulares, la idea será desarrollarlos y que alguna ciudad de la provincia se convierta en un polo exportador de energía a través de la Inteligencia Artificial (IA). Debemos estar preparados”, afirmó Marín.