La política está buscando un romance con el campo. Las elecciones despertaron un interés particular en Santa Fe donde la zona núcleo productiva es garante de dinamismo. Sequía por medio, toda la gama de precandidatos a la gobernación, a cargos legislativos y hasta presidenciales, pasaron por Agroactiva, un megaevento en el corazón de la provincia que convoca a grandes fábricas de maquinaria agrícola de todo el país y exposiciones ganaderas.
La UTE electoral entre el gobernador Omar Perotti, el candidato a gobernador Marcelo Lewandowski y el massismo representado por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, y el ministro de Transporte, Diego Giuliano, se paseó por la feria. El gobernador tomó una vez más casi como propio el evento, un lugar donde se siente cómodo. Hasta le endulzó el oído con la idea de bajar gradualmente las retenciones. Apenas una idea para mostrar acompañamiento porque desde Santa Fe poco se puede hacer en ese sentido.
El precandidato radical Maximiliano Pullaro hizo un doble barrido: empuñó la producción como eje de campaña y armó recorrida con Horacio Rodríguez Larreta para sumar apoyo en la interna que lo enfrenta principalmente a Carolina Losada. La senadora también asistió y buscó contraponerse al kirchnerismo: “A 15 años del conflicto por la Resolución 125, el campo sigue atravesado por la incertidumbre, y las trabas de la economía. Con nosotros, el campo nunca más estará solo”. Elisa Carrió desfiló entre las máquinas y calentó la interna santafesina en su paso. Lilita gana centralidad como moderada en la disputa de Juntos por el Cambio a nivel nacional, pero escupe llamas en Santa Fe.
Tribuna caliente
Agroactiva es el Lollapalooza armado a medida de la maquinaria agrícola, un clúster ubicado en Santa Fe que bate históricamente récords de producción y facturación, pero que con la sequía tropezó y pidió ayuda por todos lados. La feria les sirvió de tribuna a los candidatos para mostrarse interesados por un electorado particular, amplio y complejo. Parece una competencia entre candidatos por no quedarse fuera de la foto y por demostrar quién comprende más al sector. Sobre todo en épocas de sequía donde las penas son de ellos y las vaquitas también.
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Si algo se comenta en el círculo rojo agroexportador, sus instituciones y entidades rurales, en las últimas semanas en que los candidatos aceleraron su protagonismo y reuniones, es que falta pericia en los temas. El sector quiere aprovechar el entusiasmo de los precandidatos a gobernador para abrochar algunas necesidades y dicen chocar con falta de técnicos.
“Que hagan su show en Agroactiva, pero que den respuestas y sumen a gente entendida del campo en las listas nacionales”, pidió alguien cercano a la Sociedad Rural Argentina (SRA) en consonancia con la línea discursiva del presidente de la entidad, Nicolás Pino.
Quizás sean diferentes los tiempos de cada uno: mientras los candidatos van a tantear y a mostrar disposición obligada sin demasiados planes específicos, el sector privado vinculado al agro quiere acelerar con cuestiones finas. Ese desacople lo tolera a regañadientes el sector, pero no hace lo mismo con el revuelo interno de la política.
“Nosotros ya estamos ordenados, ustedes se tienen que ordenar”, se sugiere en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ahora que han comenzado los contactos con los candidatos. Pero, así como los privados critican falta de expertise en los temas del agro, la dirigencia responde lo mismo sobre la dinámica política. Una suerte de “dejen que a la política la arreglamos nosotros”. El pedido de ordenamiento termina siendo honesto, pero estéril.
El orden dentro de la dirigencia institucional también tiene sus capítulos. Por ejemplo, cayó como un balde de agua fría que Coninagro haya conseguido unilateralmente de parte del ministro de Economía Sergio Massa aportes no reembolsables (ANR) por $1.000 millones para las cooperativas para la etapa de siembra. “Le hicieron un asado a Massa y se llevaron 1.000 palos para las cooperativas. ¿Y para el resto de los productores?”, se quejaron parejo en la Sociedad Rural y en Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). El enojo es con el Gobierno pero también con la entidad rural. La precandidata a la presidencia Patricia Bullrich también se prendió a castigar al ministro.
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El gobierno provincial estaba muy pendiente de que el sector consiguiera financiamiento para arrancar con la siembra en breve. De hecho, el ministro de Producción provincial, Daniel Costamagna, le dio las gracias “al compromiso de las cooperativas de la provincia para asegurar la provisión de insumos con pago a cosecha”. Se deberán hacer extensivas a Massa también.
Hay una cuestión de fondo: el establishment revalida a la política. Chocará contra ella, la acusará, y hasta la querrá amoldar a sus intereses, pero banca la política como eje ordenador. Por eso siguen espantados con Javier Milei, a quien algunas cámaras de peso nacional quisieron escuchar y tuvieron que pagarle en dólares sólo para ser maltratados y llevarse locuras impracticables. En Santa Fe es igual el sentimiento ante el libertario. Otra cuestión es saber qué adhesión tendrá en las elecciones la política en el campo profundo, un sector primario que se queja del Estado por la presión impositiva y que, además, ha quedado disgustado por el acompañamiento durante la sequía.
