El comercio bilateral crece. La exportación incipiente de gas de Vaca Muerta a Brasil puede quebrar el déficit histórico. La amenaza de la primarización.
Javier Milei y Lula da Silva en el G20
La mala relación personal entre los presidentes Javier Milei y Lula da Silva, se contrapone con el crecimiento del intercambio comercial entre Argentina y Brasil. El flamante acuerdo marco bilateral para venderle gas a la industria brasileña borraría el déficit comercial histórico del país, pero también es una amenaza para la industria nacional.
Argentina tiene a Brasil como socio comercial principal. Detrás del gélido saludo entre los líderes de ambos países durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro, la relación bilateral se prefigura de acuerdo con los modelos que proponen una y otra administración.
Brasil importará gas de Vaca Muerta para fortalecer su industria, mientras que Argentina sigue primarizando sus exportaciones al país vecino.
“El flujo comercial sigue intenso a pesar de las relaciones personales de los presidentes, mucho mejor que con el gobierno de Alberto Fernández”, aseguró a Letra P el experto en negocios internacionales Marcelo Elizondo.
El analista afirmó que "Milei eliminó las trabas y desreguló el comercio exterior, como las SIRAS y el impuesto PAIS, además redujo la brecha cambiaria que ordena el comercio internacional”.
Elizondo detalló que la venta de gas al país vecinos “es por cantidades menores, pero puede marcar la relación bilateral y modificar el déficit histórico que tenemos con Brasil si se logra construir la infraestructura necesaria”.
"Nunca Argentina le exportó energía a Brasil; le vendemos autos, algunas manufacturas industriales y trigo”, puntualizó.
Consultada por Letra P, Anastasia Daicich, directora Ejecutiva de Qualy Consultora, advirtió que “la primarización de la economía plantea problemas en el mediano plazo. "La Argentina exportadora de energía podría perjudicar, al menos parcialmente, a su propia industria", alertó.
"Esto puede plantearse con un escenario de costos internos elevados en dólares, con una economía abierta (como herramienta antiinflacionaria más que como política de desarrollo) y una industria brasilera potenciada con energía barata, que le permita ofertar en el mercado argentino productos terminados con valor agregado”, graficó.
Daicich también resaltó el impacto positivo del acuerdo por el gas. “Ayuda a que el país pueda consolidarse como un exportador energético relevante, generando una fuente adicional (y necesaria) de dólares. Por otro lado, Brasil puede proveernos de energía eléctrica en el verano”, planteó.
Entre enero y octubre, la administración libertaria logró recortar el déficit del intercambio a u$s175 millones; mientras que en el mismo período del año pasado era de u$s4.752 millones.
Esto es porque, en 2024, el país no necesitó comprar soja como sí lo hizo en 2023 por la sequía; y también bajó la compra de energía eléctrica. Las exportaciones aumentaron 9,8% en los diez meses de 2024, respecto del mismo período de 2023.
Un informe de la consultora Abeceb, que dirige el ex ministro macrista Dante Sica, indica que “hay una mejora fuerte del flujo comercial bilateral: que creció u$s2.982 millones, una suba del 26,1% anual en relación con lo alcanzado en octubre de 2023, que fue de u$s2.366 millones.
El informe de Abeceb detalla que para el “último bimestre del 2024 se espera que las importaciones sigan repuntando de forma generalizada para la Argentina, como producto de la incipiente recuperación de la actividad económica y las recientes bajas de aranceles y simplificación de requisitos de parte del gobierno”.
“Es de esperar que la economía brasileña se expanda en torno a un 2,9% o incluso 3% anual en 2024. Eso genera un factor positivo sobre las exportaciones argentinas”, puntualiza.
Argentina se posicionó en tercer lugar entre los mayores proveedores de Brasil, detrás de China y Hong Kong y Macao (u$s6.645 millones) y Estados Unidos (u$s3.626 millones).
A su vez, Argentina se ubicó tercera entre los compradores principales de Brasil. Lo hizo detrás de China, Hong Kong y Macao (u$s6.997 millones) y Estados Unidos (u$s3.552 millones), según el último informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).