Es la economía

Inflación de abril: en el Gobierno firmaban un empate con marzo

El dato de este viernes borrará por completo el sendero que tenía pensado Sergio Massa para llegar a definir su candidatura. Los tres escenarios posibles.

Aunque no supere al 7,7% de marzo, la inflación de abril dejará un sabor a derrota para el ministro de Economía, Sergio Massa, que se había ilusionado primero con una meta del 3%, para luego recalcular al 5%. En la previa al anuncio del INDEC de este viernes, en el Palacio de Hacienda firman un empate y ya no dejan trascender números milagrosos, ni tampoco arriesgan cifra alguna, ante un escenario de tensión electoral e inestabilidad macroeconómica.

"Parecida al mes anterior", se limitan a especular la nueva cifra de la inflación en el entorno del titular de la cartera económica ante la consulta a Letra P. La respuesta abre un paraguas ante un Índice de Precios al Consumidor (IPC) que, si es mayor al de marzo, evidenciará un problema de aceleración a contramano de la estacionalidad que generalmente se prevé para el cuarto mes del año. Por eso abril era, para Massa, la fecha que oficiaría para su trampolín electoral.

La expectativa oficial es que pueda ser menor, aunque sea mínima, porque abril suele marcar un contraste con marzo. Después del aumento de las cuotas en los colegios privados, de la indumentaria por el cambio de temporada y también de la medicina prepaga de marzo; el inicio del segundo trimestre suele mostrar un alivio en el nivel general de precios. Esta vez, la aceleración acecha, con la última corrida cambiaria que marcó el cierre del mes, por lo que el terreno está caliente.

Este viernes a las 16 puede ocurrir que el índice oficial esté unas décimas por debajo del pico de marzo y ronde lo que marcan las consultoras privadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de 7,5%. Un retroceso que siempre es bueno, aunque marginal, y allí la atención deberá estar en la núcleo, que es el dato que mira el BCRA para evaluar una suba de tasas.

También el porcentaje inflacionario puede resultar igual, calcado. Un empate no es bueno, ya que significa que el ritmo de las subas de precios no afloja. Un mal escenario para Massa es que se replique el 7,8% que calculó la Ciudad de Buenos Aires o, peor, que con un 8% se rompa un nuevo techo, con nuevas consecuencias.

La letra chica

En todos los escenarios, la inflación que más preocupa en Hacienda es la de los alimentos y bebidas. Según un informe del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) la suba del rubro promedió el 9,5% mensual y en la medición anualizada alcanza el 197%. Es la variable que más incide en el IPC, que más se le atribuye al aumento de la pobreza y luego repercute en la Canasta Básica Alimentaria y Total, que miden los umbrales de indigencia y pobreza respectivamente.

La cifra de este viernes reflejará también la remarcación de precios de la última semana de abril que precipitó la corrida del dólar blue, cuando rozó los $500.

En la presentación de su informe de gestión, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, reconoció ante los senadores este jueves que la proyección es de tres cifras: "Estamos viajando a una velocidad del 100% de inflación, con efectos externos que hay que reconocer". En el Presupuesto 2023 y ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno había firmado 60% e incluso es techo paritario que le puso la ministra de Trabajo, Raquel "Kelly" Olmos, en las negociaciones con los sindicatos.

En el mercado la expectativa interanual es mayor y se corrigió al alza: también en el REM, las y los analistas estimaron un 126%, unos 16,4 puntos porcentuales por arriba del pronóstico de la encuesta previa.

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