Los legisladores encabezan la tropa radical que rechaza acuerdos con La Libertad Avanza. Una estrategia necesaria, en tiempos de identidades revueltas.
Sebastián Peralta y Dante Rossi, la línea de la UCR de Córdoba que está en contra de Javier Milei.
Dante Rossi y Sebastián Peralta competirán contra las listas que auspician Rodrigo de Loredo y Ramón Mestre.
El candidato de Córdoba con Todos a la presidencia del Comité de la UCR de Córdoba, Sebastián Peralta, comenzó la campaña por la interna boinablanca del 8 de septiembre con un posicionamiento refractario a cualquier acuerdo con Javier Milei y Karina Milei para 2025.
El legislador integra la línea del partido que rechaza cualquier sociedad con La Libertad Avanza. Junto a Dante Rossi, en la Unicameral cordobesa, expresan la posición crítica a la otra pata de la dirigencia que no mira con malos ojos un ensamble como, por ejemplo, el diputado Rodrigo de Loredo, que pecha por la candidatura partidaria de Marcos Ferrer.
“La UCR de Córdoba siempre ha sido un faro de defensa del federalismo, donde otras provincias han mirado para tomar valor y defender lo que les pertenece. Es incomprensible ver dirigentes encumbrados que callan frente a afrentas que parten del Presidente y que descalifican e insultan a nuestro partido”, marcan su posición en el espacio que también integra el alfil de la vicegobernadora, Myrian Prunotto.
Después de una larga lista de incompatibilidades y reproches al gobierno libertario, el espacio que se enfrentará a la coalición de Ferrer, Generación X; y a la que encabeza el intendente de Villa Nueva, Ignacio Tagni, Más Radicalismo, pone el foco en la situación local del partido.
“Córdoba necesita alternancia, para no parecerse a la Formosa feudal de Gildo Insfrán”, juegan fuerte con una crítica velada al Partido Cordobés de Martín Llaryora.
Este espacio tendrá que surfear las asociaciones con el oficialismo. Nadie duda que Prunotto, expulsada de la UCR por su sociedad con Llaryora, juega su ficha a través de Gait. Peralta y Rossi ratifican que nada tienen que ver con el cordobesismo, en concreto, rechazan cualquier funcionalidad con Llaryora.
Letra P contó que Ferrer jugó fuerte este lunes al declarar a Llaryora como enemigo de la interna. Era una jugada necesaria para un hombre que no negaba diálogo directo con el gobernador y una necesidad de mantener los equilibrios para garantizar la gestión de la Municipalidad de Río Tercero, a su cargo por un segundo período más.
El tridente compuesto por Peralta, Rossi y Gait cuela esta crítica, pero elige el foco nacional para marcar el primer hecho de campaña.
“Queremos un radicalismo que lidere claramente una coalición electoral en la provincia entre los que pensamos parecido. Queremos un radicalismo que no se arrodille en Córdoba ante Javier y Karina Milei”, cierra el documento.