“Ramón Mestre se está yendo de viaje”, contó una fuente que integra la alianza interna Más Radicalismo. “No hay caso, está todo trabado”, admitió una referencia de Generación X, el frente de Marcos Ferrer y Rodrigo de Loredo. La UCR de Córdoba no le encuentra la vuelta para lograr la unidad y cancelar la elección para la renovación de autoridades pautada para el 8 de septiembre.
Este viernes, a las 20, vence el plazo para la presentación de las candidaturas partidarias. Nadie descartaba pedir una extensión de los plazos para dar un margen mayor a una negociación de resultados positivos que todavía no alumbra. Una clara muestra de que no todo está perdido. Las líneas de negociación siguen abiertas.
De Loredo no está dispuesto a cederle la presidencia del congreso partidario a Mestre. Entiende que la política de alianzas será potestad de la nueva conducción. En tanto, el exintendente de la capital entiende que ese puesto sería la condición del "equilibrio".
La UCR rellena casilleros
Cierto es que la voluntad de tener un cierre sin fisuras predomina, pero las actividades de las alianzas demuestran lo contrario. Cada facción está preparando sus listas para presentar esta noche.
Asoma una grieta entre los dos modelos de radicalismo que están en pugna. El deloredismo quiere jugar con el intendentismo y con la dirigencia que ocupa una banca en la Legislatura, mientras que el espacio que integran Mestre, Carlos Becerra y Fernando Montoya apuesta a un esquema de renovación dirigencial, algo así, como separar la gestión de la política partidaria.
De Loredo dejó expuesta esta idea con su participación en la reunión del Foro de Intendentes Radicales del jueves por la tarde. Allí dejó en claro que, si hay interna, el brazo territorial y de gestión del partido tendrá que dar la pelea con el cuchillo entre los dientes.
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Rodrigo de Loredo encabezó un encuentro con el Foro de Intendentes de la UCR de Córdoba.
Esta avanzada causó bronca en Más Radicalismo, donde dicen que "es la primera vez que se utiliza políticamente este foro", al que también definen como “el gremio” de los intendentes.
“Hacen yacobittismo explícito al usar las estructuras del partido para sus intereses”, le refunfuñan al eje De Loredo-Ferrer. Lo cierto es que el diputado apela al intendentismo para resaltar que el radicalismo que viene debe tener el chip puesto de la gestión.
Muestras aisladas de unidad en el interior de Córdoba
Mientras se puntean los nombres de la lista que encabezará Ferrer y la de su par de Villa Nueva, Ignacio Tagni, la mirada estaba puesta en los arreglos del radicalismo del interior. Según los datos que manejaban en los grupos de WhatsApp, los departamentos Río Cuarto, Marcos Juárez, Santa María y San Justo ya habían acordado una lista única.
Todavía no hay una muestra suficiente para asegurar que la dirigencia que sigue de lejos el epicentro de la rosca en la capital está a favor de la unidad. La tarde será larga y la traba sigue siendo la del origen: la titularidad del congreso, el órgano que define la política de alianzas.
Cabe recordar que De Loredo mantiene una postura cerrada en contra del Partido Cordobés de Martín Llaryora, está dispuesto a sostener la alianza estratégica con el senador Luis Juez y no descarta un ensamble con La Libertad Avanza de Javier Milei en 2025.
En cambio, el trio de Más Radicalismo rechaza cualquier conversación con el esquema libertario y tiene una historial de buena convivencia con el cordobesismo.